Las facturas de electricidad de los hogares en la UE aumentaron un 20% interanual en la segunda mitad de 2022, mientras que sus facturas de gas se dispararon un 46% a máximos históricos debido a la guerra en Ucrania, según cifras de Eurostat publicadas el miércoles. Durante el período de julio a diciembre de 2022, los precios de la electricidad para los hogares alcanzaron una media de 28,4 euros por 100 kWh en la Unión Europea, un salto del 21 % en comparación con el mismo período de 2021, dijo la oficina europea de estadísticas.
Una consecuencia del aumento vertiginoso de los precios mayoristas de la electricidad, indexados de facto al costo de producción de la última planta utilizada para equilibrar la oferta y la demanda, la mayoría de las veces una planta a gas. Sin embargo, el precio del gas natural se disparó cuando Rusia cesó sus entregas a Europa.
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Sin embargo, Eurostat destaca fuertes disparidades entre países, así como los diversos impactos de las medidas de apoyo adoptadas por los gobiernos nacionales. La participación de los impuestos en los precios de la electricidad se ha reducido así a casi la mitad en Europa. En la segunda mitad del año, los mayores aumentos interanuales se registraron en Rumanía (112 %), República Checa (97 %), Dinamarca (70 %), Lituania (65 %) y Letonia (59 %). . Por el contrario, se observaron aumentos mucho más moderados en Austria, Alemania, Polonia y Bulgaria (4% a 5%). El aumento en Francia es del 9%. Y las facturas de electricidad de los hogares incluso han bajado durante un año en Malta, donde los precios están regulados, así como en los Países Bajos, donde los consumidores se han beneficiado en particular de las reducciones de impuestos.
Expresados en euros, los precios medios de la electricidad para los hogares oscilaron entre unos 11 euros/100 kWh en Hungría y Bulgaria, unos 45 euros en Bélgica y 59 euros en Dinamarca. Del mismo modo, las facturas de gas de los hogares de la UE promediaron 11,4 € por 100 kWh en la segunda mitad de 2022, por debajo de los 7,8 € del año anterior. Los países del Este, muy dependientes del gas ruso, se han visto muy afectados: los precios del gas se han triplicado con creces en la República Checa, se han disparado alrededor de un 160 % en Rumanía y Letonia, y se han duplicado en Lituania como en Bélgica. Solo dos países (Croacia y Eslovaquia) registraron incrementos inferiores al 20%, según Eurostat.