¿Quién no ha suspirado nunca al descubrir un encuentro más en su agenda profesional? Muchos empleados se preguntan por la relevancia de estas repetidas reuniones de trabajo… y no se equivocarían, según este reciente estudio publicado por la plataforma global de comunicación colaborativa Slack. Según la empresa, que realizó una encuesta entre 10.000 trabajadores en seis países (Estados Unidos, Australia, Francia, Reino Unido, Japón, Alemania), una “sindicalitis aguda” perjudicaría gravemente la productividad.
Más de uno de cada cuatro trabajadores de oficina, o el 27% de los encuestados, cree que pasa “demasiado tiempo en reuniones”. La proporción aumenta al 55% para los ejecutivos, que se preocupan aún más por las “reuniones” diarias. Según el estudio, el umbral máximo de tolerancia de los empleados para las reuniones es de dos horas al día. Más allá de eso, los empleados sienten que están «perdiendo» su tiempo. Sobre todo porque el valor de estas reuniones consecutivas parece muy cuestionable: a pesar de los numerosos «briefs», un empleado de cada cinco todavía tiene la sensación de no tener tiempo suficiente para comunicarse con sus compañeros.
«Las personas que dicen pasar demasiado tiempo en reuniones tienen el doble de probabilidades de decir que no tienen suficiente tiempo para concentrarse», destaca el estudio. Varias horas de reuniones al día, en persona o de forma remota, a veces pueden obligar a los empleados a completar sus tareas fuera del horario laboral. El fenómeno no es raro, ya que dos de cada cinco empleados admiten trabajar horas extras al menos una vez por semana.
Sin embargo, no todos los trabajadores comparten este sentimiento de hastío respecto a las reuniones profesionales. Algunos incluso quisieran participar más, especialmente los jóvenes. A menudo menos integrados en estas grandes masas diarias, el 10% de ellos lamenta “el tiempo demasiado corto” dedicado a las reuniones. “Se trata en la mayoría de los casos de empleados que no superan los 30 años de edad y que tienen menos de un año de antigüedad en la empresa”, indica el estudio. Sin embargo, esta lista negra también sería perjudicial para la productividad de los empleados afectados, opina Slack. También contribuiría a reducir el “sentido de pertenencia” de los recién llegados a la empresa.
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Esta investigación no es la primera en documentar los efectos de las reuniones repetidas sobre la eficiencia y el bienestar de los trabajadores. El año pasado, el académico estadounidense Steven Rogelberg ya había abordado el tema interrogando a más de 600 empleados sobre el tiempo que pasaban en “reuniones”. Sus conclusiones fueron vertiginosas: de media, los trabajadores encuestados le dedicaban más de 18 horas semanales, y de mala gana en un 30% de los casos. Una “pérdida” de tiempo y dinero cuyos daños alcanzarían los 25.000 dólares anuales por empleado, según las conclusiones del investigador.
En Francia, los trabajadores dedican una media de seis horas semanales a reuniones, según una encuesta realizada por OpinionWay para Slack a finales de 2022. Esta proporción ha aumentado desde la crisis sanitaria, debido al aumento de las reuniones celebradas a distancia.
Para tratar este latente “error de las reuniones”, algunas empresas no han dudado en tomar un camino radical, como el unicornio francés Alan, que simplemente eliminó las reuniones de las agendas de sus empleados. Menos radical, la plataforma canadiense de comercio en línea Shopify ha creado una herramienta interna que permite a los empleados calcular el coste de una reunión. Ahora insta a sus empleados a que lo piensen dos veces antes de enviar una invitación a Teams…