Este verano, Transavia volvió a los niveles de ocupación de sus aviones anteriores al Covid-19, pero debe adaptarse a unos pasajeros cada vez más sensibles a los precios, afirmó el martes uno de los gerentes de la aerolínea francesa. «La demanda fue muy buena este verano, encontramos tasas de ocupación antes de la crisis», es decir, en torno al 90%, frente al 83-84% del verano de 2022, explicó a la AFP el subdirector general comercial y de marketing del «low cost» de del grupo Air France-KLM, Nicolas Henin.
En julio y agosto, Transavia Francia transportó tres millones de pasajeros, una cifra «un 20% superior a la del verano de 2022», según Nicolas Henin, quien destacó «una demanda muy dinámica en todos los destinos europeos y sudafricanos del Norte». Transavia, que actualmente opera 71 aviones, prevé aumentar a 75 en el verano de 2024, gracias a la llegada del primer Airbus A320neo que sustituirá su flota de Boeing 737 a finales de la década.
Después de años de expansión, Transavia, que no ha completado un ejercicio anual rentable desde el inicio de la crisis sanitaria en 2020, quiere “estabilizar (un poco) su crecimiento” pero aún tiene la intención de ofrecer durante la temporada de verano de 2024 un 15% más. capacidad que en 2023. Esto implicará reforzar los destinos existentes, pero también ofrecer otros nuevos: Bergen (Noruega) y Tallin (Estonia). La compañía responde así a una demanda creciente de sus clientes del norte de Europa, como lo demuestra el éxito de las recientes líneas a Oslo, Estocolmo y Copenhague, según Nicolas Henin: «Elecciones de destinos donde hace un poco menos de calor».
Por otra parte, los incendios en Grecia a finales de julio y el mortal terremoto en Marruecos a principios de septiembre no tuvieron efectos duraderos sobre la demanda de estos destinos, aseguró: en particular, «el repunte de la demanda de Marruecos fue muy rápido».
En términos más generales, Transavia, al igual que otros actores del transporte aéreo, ha constatado un «principio de cambio» en el comportamiento de los consumidores bajo el efecto de la inflación, mientras que «hasta este verano, la gente era relativamente insensible al precio». Esta tendencia exige que la empresa “sea capaz de volver a poner precios atractivos en el mercado”, es decir, que reduzca sus tarifas de llamadas. Por lo tanto, según Nicolas Henin, debe “trabajar en (sus) costes y (su) productividad”.