En ese momento, Juliette* era pasante. Casada y embarazada, la joven desconfía de este médico del hospital al que conoce por su reputación: “Era conocido por haber acosado a varias enfermeras”, explica hoy. Entonces Juliette evita cruzarse con él. En vano: “Seguía haciéndome alusiones sexuales”. Una noche de guardia, la joven, acosada por nuevos comentarios embarazosos, decide enfrentarse a él: “Le pregunté si no le importaba coquetear con una mujer que está esperando un hijo”. El hombre, de unos cincuenta años, replica con bravuconería: “Precisamente, eso me conviene, porque estoy seguro de que no te dejaré embarazada”.
“Hay muchos testimonios de este tipo”, asegura Lucie*, de 29 años, actualmente médica general en Orleans. “Hay hombres que, por su estatus, se permiten hacer comentarios inapropiados, incluso sucios, sobre un colega o incluso un paciente”, afirma. Tras el discurso de la especialista en enfermedades infecciosas Karine Lacombe acusando al médico de urgencias Patrick Pelloux de “acoso moral y sexual”, se sueltan las lenguas. “Hablé de él, pero lo que intento denunciar sobre todo es un ambiente general”, explicó este sábado a Le Figaro el jefe del departamento de enfermedades infecciosas del hospital Saint-Antoine (París).
Si bien la especialista desea resaltar los avances de los últimos años, con la creación de comisiones a las que los profesionales sanitarios pueden acudir en caso de ataque, lamenta la persistencia de una “atmósfera enfermiza” en varios hospitales. “Es como si algunas personas tuvieran un tótem de inmunidad y el habla fuera desinhibida”, explica Karine Lacombe. Victoire* también pagó el precio como externa en un hospital bretón: “Tuve sugerencias como: “Si vienes a mi habitación de guardia a medianoche, me aseguraré de que duermas el resto del día”. ella dice.
Aunque evidentemente estos comportamientos no se encuentran en todas partes – “hay médicos brillantes y muy atentos”, subraya Lucie -, siguen estando bastante extendidos, según muestra una encuesta realizada por el Instituto Ipsos en colaboración con la asociación “Give ELLEs to salud”, publicado en mayo de 2023. Según este último, el 78% de las médicas declararon haber sido ya víctimas de conductas sexistas, mientras que un tercio afirmó “haber sufrido gestos inapropiados con connotación sexual o tocamientos sin su consentimiento”.
Como cuenta Karine Lacombe: “Un día, un patricio del hospital de 45 años le enseñó a mi hija, entonces externa, a hacerse una ecografía en el hospital. Él estaba justo detrás, se apretó contra ella y le dijo: ‘Espero que hayas tomado buenos métodos anticonceptivos’. Después de eso, la niña no quiso denunciar esto a la gerencia y decidió abandonar el servicio. “Hay una omertá con los médicos que se sienten poderosos: no puedo contar el número de comentarios sobre la vestimenta de las mujeres o sobre sus cuerpos”, añade Lucie.
Este último dice: “Un día, cuando estaba en cuarto año de medicina, quise tomarme cuatro días de descanso”. En medio de un acalorado intercambio “con mi jefe”, “me dijo que, en cualquier caso, sólo servía para follar y para que me follen los cirujanos”, detalla la joven, todavía marcada. “Salí del servicio llorando”. Si bien la doctora no fue “agredida físicamente”, la violencia de las declaraciones la sacudió “durante varios días”.
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En Internet, los internautas aprovecharon el caso Patrick Pelloux para crear un movimiento
Según sindicatos y especialistas, estas anécdotas no son nuevas: “Llevamos semanas, meses, años tratando de sacar esto a la luz”, declaró Emmanuel Hai, presidente del Sindicato de Internos Hospitalarios de París, junto con nuestros colegas de BFMTV. Somos conscientes de ciertas personalidades problemáticas y lamentablemente hay un cierto número de ellas.
Para Karine Lacombe, si el objetivo no es “linchar a los hombres en público o incluso condenarlos – porque es obra de la justicia – las cosas deben cambiar”.
*Los nombres han sido cambiados.