Este es el primer regreso a la Luna desde la misión Apolo, hace más de 50 años. El nuevo cohete Vulcan Centaur del grupo privado estadounidense ULA (United Launch Alliance, formada por las empresas Boeing y Lockheed Martin) despegará este lunes 8 de enero. A bordo se encuentra un módulo de aterrizaje lunar que, si logra su alunizaje previsto para el 23 de febrero, será la primera nave espacial privada en aterrizar en la Luna.

El módulo de aterrizaje, llamado Peregrine, que irá a bordo del cohete, fue desarrollado por la start-up Astrobotic, con el apoyo de la NASA, que encargó a esta empresa el transporte de equipos científicos a la Luna, un contrato por valor de 108 millones de dólares.

«Liderar el regreso de Estados Unidos a la superficie de la Luna, por primera vez desde el Apolo, es un honor tremendo», dijo el jefe de Astrobotic, John Thornton, en una conferencia de prensa el viernes. Sin embargo, dijo ser consciente de la dificultad de la tarea y de los riesgos de fracaso. En los últimos años, empresas israelíes y japonesas han intentado aterrizar en la luna, pero todas las misiones terminaron en accidentes.

Aproximadamente 50 minutos después del despegue, Peregrine debería separarse del cohete: Astrobotic encenderá el dispositivo e intentará establecer comunicación. Si todo va bien, el módulo de aterrizaje continuará su ruta hacia la Luna. Una vez en órbita lunar, la sonda esperará hasta que las condiciones de iluminación sean las adecuadas para intentar aterrizar. El lugar de aterrizaje previsto se encuentra en la cara visible de la Luna, cerca de misteriosas cúpulas formadas por lava pero que los científicos luchan por explicar. Gracias a los instrumentos enviados, la NASA deberá estudiar la composición de la superficie, así como la radiación.

El cohete, de más de 60 metros de altura, despegará a las 02H18 hora local (07H18 GMT) desde Cabo Cañaveral, en Florida. Las previsiones meteorológicas parecen bastante favorables el lunes, pero mucho menos favorables para los tres días siguientes, posibles fechas alternativas en caso de un aplazamiento. Por tanto, la próxima ventana de rodaje sería el 23 de enero.

Esta nueva máquina ha sido diseñada para poder transportar hasta 27,2 toneladas a la órbita terrestre baja, una carga comparable a la del cohete Falcon 9 de SpaceX.

La misión también ha causado controversia porque lleva las cenizas o el ADN de decenas de personas, incluidas las del creador de Star Trek, Gene Roddenberry. Una asociación con la empresa Celestis, especializada en “vuelos espaciales conmemorativos”. El envío de estas cenizas a la Luna despertó la ira de la tribu nativa americana navajo, que denunció la “profanación de un lugar sagrado”. La tribu, escuchada el viernes durante una reunión con representantes de la NASA, del regulador aéreo estadounidense y de la Casa Blanca, no obtuvo, sin embargo, el aplazamiento del lanzamiento.