Un año después de la puesta en marcha de ChatGPT, los agentes turísticos no quieren que la pequeña polémica provocada por la campaña promocional de la oficina de turismo de Chamonix-Mont-Blanc enmascare lo esencial. El potencial de la IA está empezando a dar lugar a logros mucho más concretos que un cartel con las palabras “imagen generada por IA, mejorada por humanos”, como en el caso de la capital mundial del montañismo.
Los grandes actores del sector están explorando varias vías: facilitar el diálogo con los clientes, acelerar el proceso de reserva de alojamiento de vacaciones, simplificar las tareas una vez en el lugar… A finales de noviembre, Club Med anunció que confiaría en la IA para ayudarle Sus amables miembros responden aún más eficazmente a la demanda de los clientes que verán su viaje de vacaciones más fácil gracias a la IA generativa. Este verano, Booking.com lanzó su agente conversacional (o chatbot) impulsado por inteligencia artificial para personalizar aún más las búsquedas de los usuarios de Internet. Y esto es sólo el comienzo, insiste Louis Gendry, director y experto en el sector turístico de Roland Berger: “Tan pronto como la tecnología esté más madura, podrá extenderse a las empresas más pequeñas. La IA generativa crecerá con fuerza en los próximos años”. Incluso ve que la tecnología adoptará nuevas formas en el futuro: “La IA también puede permitir visualizar lugares u hoteles que aún no existen, para aumentar su atractivo. Algunos destinos emergentes están considerando esta posibilidad”. Por el momento, la IA no está sacudiendo el turismo, sino que pretende reactivarlo.
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Una oportunidad de descubrir todo el patrimonio de una ciudad o región, incluidos los lugares más insólitos, y no sólo los más famosos, gracias a ChatGPT. La aplicación móvil Around Us, lanzada el pasado mes de junio por Jean-François Pillou, fundador del sitio CommentCaMarche (Grupo Figaro), es un nuevo tipo de guía de viajes, que permite pasear descubriendo lugares y anécdotas que sólo un guía turístico puede contar. podría saberlo. Basándose en datos de Google Maps, la IA clasifica puntos de interés en todo el mundo y los filtra para “coincidir” con un uso turístico más personalizado. Ya no tendrás que buscar horas de actividades, simplemente filtra las sugerencias según tus deseos.
«El desafío de este nuevo proyecto era clasificar los millones de puntos de interés en todo el mundo y luego organizarlos con filtros de búsqueda según su relevancia turística», explica Jean-François Pillou. Para cada búsqueda, se muestran en pantalla diez puntos de interés. Simplemente haz clic y haz zoom para descubrirlos. Hasta la fecha, la aplicación se ha descargado medio millón de veces y está disponible en 8 idiomas.
El mismo concepto, más o menos, también lo desarrolla el americano PamPam (mapa inverso), cuyo chatbot proporciona una lista de actividades en un área determinada.
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Val d’Isère no sólo abrió sus pistas de esquí el 2 de diciembre. La estación saboyana también ha puesto en marcha un proyecto a una escala nunca antes vista en el turismo de montaña, basado en la IA generativa. Objetivo: producir un “asistente diario” (un chatbot conversacional) para mejorar la información a los turistas entregándole información, actualmente dispersa en línea o en folletos, en el momento adecuado. El proyecto está liderado por la Oficina de Turismo (OT) con Deeplayer AI. “Con nuestros folletos, folletos y guías, nuestros clientes se encuentran a menudo ante una gran cantidad de información tan importante que les lleva mucho tiempo encontrar la respuesta a las preguntas que se hacían”, diagnostica Christophe Lavaut, director de la Oficina de Turismo de la estación de esquí. Incluso se ha instalado un terminal en el recinto para que los visitantes puedan charlar por voz con el agente virtual.
Pero un marco estricto limita el alcance del experimento. La IA generativa pretende ayudar a los agentes en sus tareas, no sustituirlos, y «queremos un uso ético de la tecnología», insiste Christophe Lavaut. Una reflexión sobre En este sentido, la estación ya está considerando utilizar la generación de imágenes en la comercialización de sus productos, con la condición de que aporte un valor añadido real a la estrategia de Val d’Isère.
Con una solución basada en IA (no generativa), BagsID aborda una necesidad a la vez muy simple y muy compleja: la gestión de maletas en aeropuertos y aviones. ¿Su estrategia? Cree un perfil de identificación para cada pieza de equipaje, vinculado directamente a los billetes de los pasajeros. Esta IA se basará en la imagen del equipaje, recuperada a través de circuitos de videovigilancia. La solución crea una base de datos que identifica la maleta (peso, tamaño, color, etc.) y la ubica en el aeropuerto. Toda la información está disponible para los equipos y las aerolíneas. Objetivo: facilitar concretamente el tránsito de miles de maletas y acelerar las tediosas tareas logísticas. En caso de pérdida de equipaje, se podrá informar al viajero más rápidamente. Y la seguridad también pretende reforzarse. En los aeropuertos preparados para la tecnología, cada escáner podría ser analizado por IA para detectar descuidos humanos o incluso clasificar automáticamente el equipaje.