Reducciones en los billetes de avión o de tren, viajes más baratos organizados por el comité económico y social (CSE)… Algunas empresas francesas permiten a sus empleados viajar por Francia y el mundo gracias a varias ventajas. Generalmente accesibles después de unos meses en el trabajo, estos bonos atraen a recién llegados menores de 25 años. Para beneficiarte de él, no necesitas ser asistente de vuelo o conductor de tren, a veces solo necesitas ser ingenioso y tener conocimientos.
Para escapar a las calles de Ginebra, Suiza, Lucas Pham sólo pagó tres euros por un billete de ida. Desde septiembre pasado, el estudiante de 21 años trabaja como subdirector de proyectos de la SNCF, en las oficinas de París. “Elegí esta empresa por las ventajas muy atractivas que ofrece para viajar”, afirma.
En el cargo desde hace nueve meses, se beneficia de 12 viajes gratuitos al año, también llamado DPR (Exención de Pago de Reserva). Pero, sobre todo, sólo paga entre uno y tres euros por un billete de tren, de forma ilimitada. Los amantes de los viajes aprovechan una o dos veces al mes para visitar Francia y algunos destinos extranjeros conectados por la SNCF.
Emmanuel P., de 23 años, que trabaja como analista de marketing en Air France, no piensa quedarse en Europa. Este verano volará a la Polinesia Francesa. En total, pagó 1.000 euros por un viaje de ida y vuelta desde París, mientras que las tarifas habituales en este trayecto superan los 3.000 euros. Los estudiantes de segundo de máster reciben descuentos en vuelos con reserva (hasta un 50% menos).
También tiene la posibilidad de conseguir asientos de última hora cuando determinados aviones no están llenos. Esto le permite pagar sólo el 20% del precio inicial. “Cuando buscaba un programa de estudio y trabajo, recibí una oferta para incorporarme a una compañía de seguros, pero preferí Air France. Las misiones son más interesantes y los beneficios del viaje son significativos”, afirma a Le Figaro.
Charlotte Levant, de 23 años, siempre ha tenido el objetivo de explorar Estados Unidos. Hoy, está haciendo realidad este sueño trabajando en la taquilla de una de las atracciones de Disney World en Orlando, Florida. Su proximidad a otros estados americanos le ha permitido visitar una decena de ellos en su tiempo libre, desde California hasta Nueva York, pasando por Tennessee, Luisiana e incluso Alaska. “En América del Norte, los vuelos internos son drásticamente más baratos que desde Francia. Nunca habría podido financiar estos vuelos desde París”, sonríe, encantada de que su contrato de duración determinada en Disneyland París en 2021 la haya llevado al otro lado del Atlántico.
Por su parte, fue la pasión de Eugénie D., de 24 años, la que la llevó directamente al océano. Para viajar por las islas del Caribe y despertarse cada mañana frente al mar no tiene que pagar nada de nada. Ella simplemente… patina. Contratado con un contrato de duración determinada, el patinador actúa para los espectáculos sobre hielo en un crucero de Royal Caribbean.
La joven francesa se beneficia de las escalas tanto como los pasajeros y no paga gastos de alojamiento ni de comida, que corren íntegramente a cargo de la empresa. Con un salario cómodo, nunca había ahorrado tanto en su vida. Aunque practica patinaje competitivo desde los tres años, esta ex estudiante parisina de relaciones internacionales dudó antes de dar el paso. “Admito que fue una elección difícil entre la seguridad laboral o el llamado de la aventura. Pero es un contrato de ensueño, es excepcional poder descubrir el mundo viviendo de mi pasión”, afirma.
Publicada el pasado mes de febrero, la encuesta realizada por la agencia de comunicación Epoka y Occurrence (grupo Ifop) revela que el 83% de los estudiantes y jóvenes titulados encuestados en Francia quieren trabajar en un gran grupo internacional. Si Google ocupa la primera posición, LVMH le sigue justo detrás en el podio. Además del ambiente de trabajo y el salario, las ventajas de viaje son atractivas.
“Los precios son tan atractivos que, aunque no planee ir, ¡voy a ir de todos modos!”, señala Estelle L., 22 años, aprendiz de comunicación en Dior, dentro de LVMH. Además de los 400 euros en bonos de vacaciones que ofrece la empresa, el estudiante también tiene derecho a viajar a precios reducidos del CSE. Desde su primera experiencia en Guerlain el año pasado, la estudiante que disfruta de su estancia en el extranjero tiene la certeza: su carrera se desarrollará en el seno de un grupo grande.
La misma observación se aplica a Fahd Dahioui, de 22 años, desde su etapa de trabajo y estudio en la gestión de proyectos en BETC. El estudiante recibió 500 euros en bonos de vacaciones y bonificaciones que le ayudaron a financiar determinados viajes. Los estudiantes de trabajo y estudio y los empleados de la principal agencia de publicidad francesa se benefician de viajes de bajo coste planificados por el CSE y pueden ir a Laponia, Londres o Costa Rica pagando sólo el 20% o el 40% del precio inicial, según sus necesidades. ingreso. “Nos dimos cuenta de que estas ventajas se destacaban cada vez más en las ofertas de trabajo de la agencia”, observa Fabienne Bouyssou, organizadora de estas estancias y tesorera de la comisión de viajes de la empresa.
Esta técnica no sorprende a Marc Loriol, director de investigación en sociología del trabajo. “Hoy podemos distinguir el aumento de las relaciones extrínsecas en el trabajo (salarios, beneficios) y el debilitamiento del interés por el contenido mismo. Luego, con la inflación, los jóvenes menores de 25 años tienen dificultades para financiar sus viajes”, subraya a Le Figaro. Según el especialista, viajar atrae especialmente a esta generación porque sigue siendo la mejor manera de buscarse… y descubrirse.
ESCUCHE – En Francia y en el extranjero, ¿dónde viajar en 2024?
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