Se abrirán librerías y bibliotecas en viviendas sociales de los barrios populares en el marco de una experiencia de fomento de la lectura, anunció el jueves la ministra de Cultura, Rachida Dati, en una entrevista con Les Echos.
Esta iniciativa se dirige principalmente a “viviendas sociales en los barrios urbanos”, pero también en las zonas rurales, afirmó Dati. “Este nuevo sistema pretende acercar los libros a los públicos, especialmente a aquellos alejados de la lectura”, añadió.
Una primera prueba tendrá lugar en Rillieux-la-Pape, cerca de Lyon, con el diputado Alexandre Vincendet, según el ministro. En realidad, esta ciudad de 32.000 habitantes no tiene librerías, recuerda Les Échos. “Las bibliotecas y librerías se encuentran a menudo en el centro de las ciudades”, lamenta Rachida Dati. Estas nuevas estructuras, que se crearán en colaboración con propietarios sociales y comunidades, podrán ser gestionadas por asociaciones o empresas cooperativas y participativas (SCOP).
Rachida Dati también declaró haber pedido a las direcciones regionales de asuntos culturales (DRAC) que pongan libros a disposición de los centros de ocio, de las asociaciones de educación popular y de todas las instituciones que los soliciten para constituir “un patrimonio común a todos los jóvenes”. A esta operación específica se dedicará un presupuesto de 1,2 millones de euros. Estos anuncios llegan pocos días después de la publicación de una encuesta del Centro Nacional del Libro (CNL) que señala una erosión duradera de la lectura entre los jóvenes en favor del tiempo que pasan frente a las pantallas.
La Ministra de Cultura también anunció en marzo otras medidas para favorecer el acceso de los jóvenes a la cultura, en particular que haría “elegibles” para el Pase Cultura a los Centros Juveniles y Culturales (MJC), actores de la educación popular.