Este 12 de abril, el presidente Macron estuvo en el Festival del Libro de París, que se inauguró el viernes por la mañana y está previsto que dure hasta el domingo. Abogó por la creación de una contribución en el mercado del libro de segunda mano, para evitar que sus agentes eludan la ley que establece un precio único para los libros nuevos en Francia.

«Vamos a implementar al menos una contribución que pueda ayudar a proteger el precio único y también permitir que nuestros autores, editores y traductores reciban una mejor ayuda», explicó el Jefe de Estado sin dar más detalles, precisando que el Ministro de Cultura, Rachida Dati, iba a hacer anuncios sobre el tema antes del final del espectáculo.

“Lo que sí es cierto es que el libro usado, cuando está marcado por determinadas plataformas, es una forma de mal uso, en todo caso una elusión de este precio único”, añadió el presidente de la República.

De hecho, los libros de segunda mano son un serio competidor para las editoriales, que ven llegar títulos recientes a precios reducidos. La firma Xerfi cifra este mercado de segunda mano en 2020 en 888 millones de euros. El del nuevo fue de 4.300 millones de euros, según la firma GfK.

En el mercado del libro, Francia destaca por haber sido el primer país del mundo, en 1981, en aprobar una ley que impone un precio único a los libros nuevos, entre otras medidas para garantizar la sostenibilidad de las librerías. Desde entonces, esta ley ha sido copiada en otros países.