“Mi nombre es Frédéric Mitterrand, tengo 35 años y viajo desde hace 12 años en un continente enorme y misterioso llamado cine”. Con estas palabras debutó el 6 de marzo de 1982 en TF1 presentando la primera emisión de Étoiles et toiles. Unos años más tarde, confesó ante Thierry Ardisson que su presencia en la pequeña pantalla le salvó de largas sesiones en el diván de un psicoanalista. Madelen te invita a descubrir o redescubrir esta secuencia y las confidencias nacidas de un viaje que originalmente no imaginó que duraría más de unos meses. La aventura comienza una mañana, cuando Frédéric Mitterrand recibe una llamada telefónica de Alain de Sedouy, periodista convertido en productor. Vio su película Carta de amor desde Somalia y le gustó, y se ofreció a organizar un nuevo evento en TF1, dedicado al cine, titulado Étoiles et Toiles. No podría ser mejor. Su interlocutor se enfrenta entonces a una montaña de problemas: los tres cines de autor, bajo la marca Olympic, que él gestiona, están al borde de un abismo financiero, y los ingresos de Letter of Love from Somalia no han solucionado nada, sino todo lo contrario. Da luz verde sin imaginar que vivirá otro momento especialmente difícil. Su bautismo de fuego es su primera retransmisión en directo, aunque nunca ha realizado este ejercicio. Sus dudas, bastante comprensibles, le valieron un artículo asesino de un crítico que lo apodó “Mitterrand bafouillis”. El público, en cambio, se adhiere a sus palabras y sobre todo a una voz cuyo “Buenas noches” hará las delicias de los imitadores.

Unos pocos números le bastaron para adaptar la fórmula a un estilo que logró imponer a sus productores. Comienza cambiando los créditos tomándolos prestados de una de sus películas favoritas, El desprecio, de Jean-Luc Godard. Poco a poco, el presentador se va transformando en un narrador. La tradicional promoción del cine es sustituida por historias de estrellas legendarias u olvidadas, ilustradas con imágenes en blanco y negro. Algunos no dejan de advertirle. En la era del color y en los albores de una nueva tendencia llamada juventud, está asumiendo un riesgo enorme. Él lo acepta y gana su apuesta. A pesar de su emisión a última hora, los programas dedicados en particular a Marylin Monroe y Bette Davis llegan a un público muy amplio, mucho más allá de los cinéfilos acérrimos.

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Habiendo encontrado así un lugar particular en el panorama audiovisual, se convirtió, según sus propias palabras, en el “director” de varios programas que se sucederán en antena a lo largo de las temporadas: Ciné-Fêtes, Acteur Studio, – adaptado del Estados Unidos-, Destins, Étoile Palace, Les amants du siècle y Caravane de nuit. Esta lista también incluye comentarios sobre ceremonias reales, así como Midnight Permission, It’s Your Life, donde hizo realidad los sueños de personalidades, y On the Side of Fred’s, premiada con un 7 d’Or. Crea un escándalo al tirarlo al suelo en vivo, después de haberlo recibido. Aquí es donde está el servicio público, declara en tono gélido, antes de abandonar el plató. Luego tiene un desacuerdo con la dirección, pero esto se resolverá al día siguiente, después de que haya presentado sus disculpas. Un calentamiento que se puede calificar de climático.