Emmanuel Macron cree que Vladimir Putin «mantiene un discurso de miedo», pero que «no debemos dejarnos intimidar» por el presidente ruso, en una entrevista concedida el domingo a Le Parisien. El jefe de Estado, acusado por Moscú de hacer la guerra, se ha convertido en la pesadilla de la propaganda rusa desde que mencionó el posible envío de soldados occidentales a Ucrania en nombre de la “ambigüedad estratégica”.
En esta entrevista, el presidente francés reafirma que en el futuro pueden ser necesarias operaciones terrestres en Ucrania por parte de Occidente. «Quizás en algún momento -no lo quiero, no tomaré la iniciativa- será necesario realizar operaciones sobre el terreno, sean las que sean, para contrarrestar a las fuerzas rusas», afirmó. Esta entrevista la realizó el viernes, a su regreso de Berlín, donde se reunió con los líderes alemán y polaco. «La fuerza de Francia es que podemos hacerlo», añadió.
Vladimir Putin se encamina hacia una nueva coronación, con la seguridad de obtener un mandato adicional de seis años durante unas elecciones presidenciales sin oposición que se celebrarán del viernes al domingo. Pero para el presidente francés, Rusia no es “una gran potencia”. “Rusia es una potencia media con armas nucleares, pero cuyo PIB es muy inferior al de los europeos, inferior al de Alemania y Francia”, ataca.
El inquilino del Elíseo anunció el domingo su intención de no felicitar a su homólogo ruso en caso de un nuevo éxito electoral. «La muerte de Alexei Navalny y la proscripción de todos sus oponentes significan que no podemos felicitar a alguien por unas elecciones marcadas por la muerte de quienes lucharon por el pluralismo en Rusia», afirmó mordazmente en las columnas diarias.
Emmanuel Macron también volvió a las últimas semanas de fuertes tensiones con Alemania por la estrategia a adoptar contra Moscú. El viernes, el presidente francés y Olaf Scholz mostraron su “unidad” en la ayuda a Ucrania. Para explicar estas diferencias, el jefe de Estado cree que Alemania tiene «una cultura estratégica de gran cautela, de no intervención» y que «se mantiene alejada de la energía nuclear», a diferencia de Francia.
Pero el presidente descarta cualquier desacuerdo en el seno de la pareja franco-alemana. «Quería venir a Alemania muy rápidamente para no crear un debate sobre las diferencias estratégicas que puedan existir: no existen», explica. Nunca ha habido ningún desacuerdo entre el canciller y yo. Tenemos una gran coincidencia de opiniones sobre los objetivos y la situación. Es la forma de traducirlos lo que es diferente. Alemania gasta más que Francia y tiene más espacio presupuestario, lo cual es una suerte. Francia puede hacer cosas que Alemania no puede”.