El pasado mes de octubre, la diseñadora británica Phoebe Philo presentó su primer vestuario con su nombre: un «edit» (el equivalente a una colección en el lenguaje de la casa) esperado como el mesías por las mujeres huérfanas de su trabajo desde la salida de Céline en 2017. Un puñado de afortunados periodistas (entre ellos Le Figaro) viajaron a Londres para ver las famosas prendas colgadas en un perchero. “Un vestuario muy Phoebe con su hiperclasicismo revisitado, con su diseño sofisticado y al mismo tiempo antiburgués”, escribimos entonces. La belleza no reside en ella vestida de cachemira beige, sino en las cremalleras que suben por las perneras de los jeans, en un traje de sarga de seda color cigarro con mano demente, en una chaqueta de cuero ahumado hasta las caderas (en descubrir en Edición 2 , que se lanzará en la primavera de 2024). »

Un Edit 2, cuya primera entrega ya está disponible (le seguirán otras dos, en abril y mayo), todavía online y exclusivamente en su sitio (phoebephilo.com), y que pudimos descubrir en adelanto hace unas semanas. , durante la Semana de la Moda de Londres- sin poder nombrar a ninguna de las personas que se reunieron, ni decir dónde tuvo lugar el famoso encuentro. Pero ese no es el tema, ya que se trata sobre todo de ropa, de una mujer para mujeres. Además de esta (francamente magnífica) chaqueta de cuero ahumado (a 6.500 euros de todos modos), notamos una chaqueta bomber ultracorta de color masilla, magníficas camisas de hombre con cuello alto, blazers muy exitosas (cruzadas o rectas con solapas de pico). , pantalones amplios y con un ajuste perfecto… Todo con detalles que marcan la diferencia, como estas camisetas grandes abotonadas en la espalda, o estos botones de presión visibles como grabados bajo los bolsillos de una chaqueta militar – también disponibles sin mangas (a 1800€).

En cuanto a los complementos, shopping bag gigantes, especie de bailarinas o incluso mules con tacón y flecos que se arrastran por el suelo. En definitiva, un armario, auténtico, de piezas atemporales y nada aburridas, realizado con una atención casi maníaca al material, al corte… Y encarnado por la eterna musa de Philo, Daria Werbowy, pero también por Sandra Hüller. , la actriz nominada al Oscar por su papel en la película de Justine Triet, Anatomía de una caída, con la mirada escondida detrás de unas gafas negras casi perfectas.