Tras la votación del Senado este miércoles sobre el proyecto de ley destinado a incluir el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo (aborto) en la Constitución, Emmanuel Macron anunció que convocaría al Congreso este lunes 4 de marzo. Una reunión que, salvo grandes sorpresas, debería desembocar en la aprobación definitiva del proyecto de ley, cuatro días antes del Día Internacional de los Derechos de la Mujer. La convocatoria del Congreso es un hecho poco común en la Quinta República, de la que Le Figaro os ofrece los detalles.

El Congreso se refiere a la reunión conjunta de las dos cámaras del Parlamento: la Asamblea Nacional y el Senado. Los 925 parlamentarios que lo integran están reunidos en un único hemiciclo, dentro del Palacio de Versalles. Construida en 1875, esta meca de la República está repleta de referencias monárquicas. El Salón de Congresos está situado en una parte del castillo cerrada al público, el ala Midi, que fue el lugar de residencia de los hijos de Luis XIV.

Siempre convocado por decisión del Presidente de la República, el Congreso puede realizarse en tres casos: para autorizar la adhesión de un Estado a la Unión Europea, para escuchar una declaración del Jefe de Estado o, como ocurrirá el próximo lunes, para revisar la Constitución.

Desde 1958 ha sido citado 20 veces. Cuatro veces durante una declaración de un presidente y 16 durante una revisión constitucional. “De veinticuatro revisiones constitucionales, veintiuna fueron aprobadas por el Congreso, durante dieciséis reuniones”, especifica el sitio web de la Asamblea Nacional. La reunión del 4 de marzo será, por tanto, la 25ª revisión del proyecto de ley destinado a incluir en el artículo 34 de la Constitución la libertad garantizada a las mujeres de recurrir al aborto.

Modificar el texto fundacional de la Quinta República requiere un proceso más complejo que cambiar el “derecho ordinario”. Así, como establece el artículo 89 de la Constitución, “la revisión corresponde simultáneamente al Presidente de la República” o “a los miembros del Parlamento”. Ya sea una iniciativa presidencial o parlamentaria, el texto de la revisión “debe ser examinado (…) y votado por ambas asambleas en idénticos términos”. Una vez validada por las dos asambleas, la revisión se somete a referéndum o a votación en el Congreso. La elección de Emmanuel Macron recayó en la segunda opción. Una votación a la que no podrá asistir, en virtud de la separación de poderes.

Por tanto, el lunes los diputados y senadores tendrán la responsabilidad de votar una vez más el texto. Tras el discurso del Primer Ministro, intervendrá durante cinco minutos un portavoz de cada grupo parlamentario (18 en total). Luego, la votación se realizará en las salas vecinas al hemiciclo “mediante urnas electrónicas” y estará abierta durante 45 minutos. Para ser aprobado, el proyecto de revisión deberá obtener una mayoría de tres quintos de los votos emitidos. Por lo tanto, de los 925 parlamentarios, al menos 555 deberán votar a favor del texto. Una formalidad respecto de las votaciones de cada asamblea. A finales de enero, 493 diputados apoyaron la revisión por 267 senadores este miércoles.