La escasez de medicamentos ha empeorado aún más en 2023, con un 30,9% de escasez reportada, según la Agencia Nacional de Seguridad de los Medicamentos (ANSM). Para intentar frenar el fenómeno, más allá de las medidas ya adoptadas en los últimos meses, el Gobierno presentará este miércoles 21 de febrero en Le Parisien su hoja de ruta 2024-2027 contra la escasez de medicamentos.

Amoxicilina, ciprofloxacino, paracetamol, morfina… El Gobierno ya había establecido en junio una lista de 450 medicamentos calificados de “esenciales”. El nuevo plan ejecutivo prevé “reforzar el seguimiento de su disponibilidad”. A partir de 2025, esta lista se actualizará cada año, asegura la ministra de Trabajo y Salud, Catherine Vautrin, quien reconoce que «puede haber agujeros en el negocio, pero también medicamentos que no necesariamente deberían estar ahí».

Emmanuel Macron anunció en junio un plan para relocalizar la producción de estos medicamentos esenciales, dando prioridad a aquellos para quienes “nuestra dependencia de las importaciones extraeuropeas está demostrada”. Las nuevas líneas de producción deberían anunciarse “en los próximos meses”, afirmó hoy el ejecutivo. «Cuando sea necesario, también podemos jugar con el precio del medicamento para hacer viable su producción en territorio nacional», afirman allegados al ministro de Industria, Roland Lescure.

El gobierno también quiere evitar salidas: los fabricantes tendrán «la obligación de buscar un comprador» si desean detener su producción en el territorio, explica la oficina de Roland Lescure. «En última instancia, si no hay comprador, habrá un operador público» para la producción del medicamento en cuestión.

La nueva hoja de ruta pretende dar a los médicos acceso a datos sobre la escasez de medicamentos. A finales del primer trimestre de 2024 se deberá lanzar una fase piloto con una actualización del primer software de asistencia a la prescripción.

Estas indicaciones deberían alentar aún más a los médicos a no recetar aquellos que faltan y, en cambio, ofrecer alternativas. La ANSM y la Alta Autoridad Sanitaria (HAS) establecerán listas de equivalentes para médicos y farmacias.

Limitar la escasez también implicará reducir el desperdicio, cree el ejecutivo. Catherine Vautrin se declara dispuesta a “trabajar en el envasado” de los medicamentos. “Hay muchos medicamentos cuyo envase no se corresponde con la dosis”, precisa el director general de Salud, Grégory Emery. Por ejemplo, un medicamento que se envasaría en cinco comprimidos cuando normalmente se receta para una semana, a razón de un comprimido al día, se envasaría en cajas de siete.

El marco jurídico ya prevé esta palanca, «el ministro ahora quiere que la activemos», explica Grégory Emery. Una solución que, sin embargo, requiere coordinación europea, ya que los medicamentos no se comercializan únicamente en Francia.

Cuando a pesar de estas precauciones se produce una escasez, el ejecutivo quiere identificarla lo antes posible detectando señales de alerta para afrontarla. Esta solución se basará en una gestión de datos más precisa y teniendo en cuenta la estacionalidad para anticiparse sin esperar el informe de una farmacia.

El Gobierno también quiere que los farmacéuticos limiten sus pedidos sin intermediarios y recurran, al menos en el 80% de los casos, a través de mayoristas, para simplificar la gestión de existencias. A este respecto, el Ministro de Sanidad promete controles.

La hoja de ruta prevé que los pacientes puedan tener fácil acceso a información sobre la disponibilidad de sus medicamentos en caso de escasez, en lugar de ir de farmacia en farmacia con la esperanza de encontrarlos. También se ampliará la comunicación dirigida al público en general sobre el “uso adecuado” de los medicamentos, recordándoles que deben evitar tomarlos sin receta.