Personajes hechos de barro seco, Paul Gauguin en Tahití o abuelas gigantes, el festival de cine AI (inteligencia artificial) de Nueva York ha abierto una ventana al campo de posibilidades que esta tecnología permite ahora para todos. Cerca de 3.000 cortometrajes se presentaron a este festival organizado por la start-up Runway AI, una de las más avanzadas en generación de vídeo mediante IA, signo de un intenso fermento creativo. Las diez películas seleccionadas ofrecieron articulaciones desenfrenadas de la imaginación de sus autores, con mundos estéticamente impresionantes.

“Existe la percepción de que dirigir con IA siempre tiene un estilo muy identificado, pero estas películas son muy diferentes entre sí”, señala Anastadis Germanidis, cofundador de Runway. Pero el cine y la animación ya han llegado tan lejos en los últimos 50 años, en parte gracias a la IA, que estas obras recuerdan a otras, desde Inception hasta Matrix, pasando por La pasión de Van Gogh. Diferencia principal: los cortometrajes cuestan una pequeña fracción del presupuesto de estas películas y se realizaron con herramientas que cualquiera podía manejar.

Runway permite, a partir de una petición escrita en lenguaje cotidiano (prompt), crear una toma de unos segundos, transformar una serie de imágenes fijas en un vídeo corto, o remodelar una secuencia existente para transformar, por ejemplo, una fotografía en una mesa. En febrero, OpenAI lanzó su versión, llamada Sora, mientras que Google y Meta están trabajando en sus versiones, llamadas Lumiere y Emu respectivamente.

Pour son court-métrage primé au festival, le Français Léo Cannone a travaillé seul à partir de son scénario, généré des centaines d’images grâce à l’application IA Midjourney, puis les a animées en utilisant Runway, en procédant à de nombreuses retouches el pasaje.

El software actual todavía está limitado en ciertas áreas, en particular en los ángulos de cámara o en la puesta en escena de personas como en una película de acción real. «Realmente no podía tener personajes ni palabras, así que eso creó la estética de la película», explica el director. Después de la generación, “todavía había muchos defectos, aberraciones en cada escena, así que tuve que retocar mucho. No surge del software ya preparado”.

“Si quieres una historia con personajes humanos hiperrealistas, todavía no hemos llegado a ese punto”, reconoce Alejandro Matamala, uno de los cofundadores de Runway. «Pero hay diferentes maneras de contar una historia». Los obstáculos técnicos desaparecerán, porque los modelos en los que se basa este software siguen mejorando. Runway incluso está trabajando en el llamado modelo general, que podrá comprender los movimientos dentro de una imagen y cómo modifican su entorno.

“Cuando lleguemos al punto en que todos los modelos (competidores) alcancen un alto nivel de calidad, lo importante será (…) crear herramientas útiles”, estima Anastadis Germanidis. Los tres cofundadores de la start-up no tienen un perfil tradicional de ingeniero informático y todos recibieron formación artística en la Universidad de Nueva York (NYU). Insisten en la importancia de dominar un “lenguaje común” entre programación y creación, poniendo como ejemplo a Apple y Pixar.

“Para directores como yo, la IA es una oportunidad para cambiar el modelo tradicional de Hollywood”, regido por los estudios, se alegra Carlo de Togni, coautor de L’éveil à la Création, también premiado en el festival. “Los artistas podrán dar vida a nuevas historias sin tener necesariamente los medios”, afirma, recordando que varias plataformas de IA generativa ofrecen suscripciones por sólo unas pocas decenas de dólares al mes. “Las producciones independientes probablemente se acercarán a determinadas películas de Hollywood y competirán con ellas”, predice el director italiano.

Algo que preocupa a la industria del cine. El verano pasado, en Estados Unidos, muchos actores y guionistas se declararon en huelga durante varios meses, en particular exigiendo protección contra la IA generativa. Pero para Carlo de Togni la fascinación por esta tecnología durará poco tiempo. “Lo que marcará la diferencia a continuación”, según él, “serán tus ideas, tus pensamientos y la forma en que utilices estas herramientas para representar tus intenciones, tu visión”.

De hecho, estos nuevos procesos creativos pasan por alto muchas tareas y trabajos que actualmente desempeñan los profesionales del cine, a riesgo de contraer esta industria. “Ciertas etapas del cine serán automatizadas, reemplazadas”, reconoce Cristóbal Valenzuela, cofundador y director general de Runway, “pero estos trabajos cambiarán”, y no desaparecerán, según él.