Un conflicto social que persiste y próximamente un nombramiento en el Ministerio de Economía. Desde hace una semana, las fábricas de papel Condat, el mayor empleador privado de Dordoña y antiguo buque insignia de la industria francesa, están bloqueadas por los empleados de la planta de Lardin-Saint-Lazare. Protestan contra el plan social, aprobado el 20 de junio por el grupo español Lecta, propietario de la fábrica. Este plan de protección del empleo (PSE) debería suponer el cierre de una línea de producción y la eliminación de 187 puestos de trabajo, es decir, casi la mitad de los trabajadores de la fábrica, situada en esta localidad de 1.700 habitantes.
Si no se trata del primer centro industrial amenazado en Francia, el movimiento social que allí se desarrolla parece ser seguido con atención en las más altas esferas del Estado. Hasta el punto de que sindicatos y trabajadores fueron invitados por el ejecutivo a Bercy el próximo lunes para una reunión en la que se discutirá el actual plan social, en presencia del ministro delegado de Industria, Roland Lescure. Una información comunicada por Force Ouvrière a France Bleu Périgord el domingo y confirmada a Figaro el lunes por el gabinete del ministro, que habla de un simple «punto de situación».
“Esperamos mucho de esta reunión, queremos que el Estado se posicione y asuma sus responsabilidades”, insta a Le Figaro Jean-François Sarlat, representante sindical CFE-CGC en la fábrica. Y esto para señalar el discurso de reindustrialización del país de Emmanuel Macron, que según él se aplicaría perfectamente a las papeleras de Condat, un sitio que además está «muy avanzado en materia medioambiental».
Para dar a conocer su caso, los empleados se han beneficiado, en los últimos días, de un pequeño impulso. De este modo, el ex presidente François Hollande apoyó a sus empleados y utilizó su red. El viernes pasado tuvieron derecho a una videoconferencia con el exjefe del Estado socialista (2012-2017), durante la cual les aseguró que se «pondría en contacto con el Ministerio de Industria y el de Cultura», informó Sud Ouest. . Unas horas más tarde, la CGT recibió una llamada telefónica de Bercy, según informó a France Bleu el representante de la CGT, Philippe Delord.
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Para los sindicatos, más allá de una simple fábrica, se trata de salvar una cuenca de vida. “Sería un desastre para los residentes. Si existiera el PSE, los trabajadores afectados se encontrarían en paro en noviembre, justo antes de Navidad, un período nada fácil”, señala Jean-François Sarlat, de la CFE-CGC. Lo que también explica la movilización de los cargos electos locales en el departamento, como la diputada Pascale Martin, que se declaró «enojada» en una entrevista con Sud Ouest. Lo mismo ocurre con el consejo regional, que exigió el reembolso de 19 millones de euros anticipados pagados a Lecta en 2020 para modernizar una línea del sitio.
Porque este sitio es un verdadero monumento local. Creada en 1907, originalmente produciendo productos de curtido para la industria del cuero, la fábrica se dedicó a la producción de pasta de papel en 1923, antes de adquirir su primera máquina de papel en 1931. En 1962 nació la empresa “Papeteries Condat SA”, con la llegada de una segunda máquina de papel.
El grupo español Lecta se hizo cargo del floreciente lugar a finales de los años 90, pero la actividad decayó durante la década siguiente. Golpeada por las dificultades del sector papelero, la fábrica experimentó su primer PSE en 2007, luego el segundo en 2013. Si bien a principios de los años 90 empleaba a 1.200 personas, hoy solo cuenta con unas 400. En 2020, las papeleras Condat estuvieron incluso a punto de desaparecer, víctimas de la crisis de la industria papelera y del peso de la competencia extranjera. Finalmente se beneficiaron entonces de una ayuda de 19 millones de euros de la región de Nueva Aquitania, en el marco de un amplio plan de reestructuración.
Finalmente, el pasado mes de junio, ante “la fuerte caída del mercado de papel gráfico”, Lecta anunció un plan de cese de actividad en la línea 4 de la planta de Condat, productora de papel estucado a dos caras. “Lecta prevé concentrar el conocimiento y los recursos de la planta de Condat en la línea 8 dedicada a la producción de papeles especiales, glassine y papel estucado a una cara”, añade la empresa. La semana pasada, la dirección del grupo, creado a partir de la fusión de las empresas Torraspapel (España), Garda Cartiere (Italia) y Condat, afirmó que mantenía su proyecto y continuaba las negociaciones sobre el PSE. «Una medida necesaria para afrontar los desafíos actuales y mantener la competitividad de la empresa», estimó la empresa, que espera «reconectar con el rendimiento a partir de 2024, aumentando continuamente la tasa de rentabilidad y fortaleciendo así la competitividad de Condat a largo plazo». término».