Bernard Arnault al rescate de los Restos du Coeur. Al día siguiente del llamamiento lanzado por el presidente de la asociación, el jefe del grupo LVMH y su familia anunciaron el pago de una ayuda de “10 millones de euros” a la asociación. Bienvenidos fondos para la organización, que necesita urgentemente 35 millones de euros para equilibrar sus cuentas.

“Esta contribución de emergencia responde al llamamiento lanzado por la asociación, que todavía está buscando fondos adicionales para finalizar su presupuesto anual”, escribe la familia en un comunicado enviado el lunes por la tarde. Destacando su “donación solidaria”, el entorno del multimillonario indica que quieren “ayudar a una magnífica asociación de interés general que trabaja por los más frágiles, sin parar desde hace casi 40 años”.

Además, el hijo de Bernard Arnault, Antoine, acudirá este martes «a los locales de Restos du coeur para hacer realidad este gesto de solidaridad». El jefe de Berluti estará acompañado, en esta ocasión, por la ministra de Solidaridad, Aurore Bergé. El miembro del gobierno también acogió con satisfacción este apoyo: “Agradezco a Bernard Arnault y a su familia su apoyo excepcional a Restos du Cœur de 10 millones de euros. Es juntos, unidos, que nuestro país es más fraterno”, comentó sobre X.

Esta nueva donación del jefe de LVMH se hace eco de su enorme apoyo a la catedral de Notre-Dame de París. En abril de 2019, tras el incendio que arrasó el edificio, el influyente empresario había liberado 200 millones de euros. Una manera de participar en la “reconstrucción de esta extraordinaria catedral, símbolo de Francia, de su patrimonio y de su unidad”.

Desde el llamamiento lanzado el domingo por el presidente de Restos du coeur, muchos jugadores, como Carrefour, Intermarché, Super U y el Estado, han aumentado sus anuncios para apoyar a los equipos que ayudan a los más necesitados. Pero estas medidas, así como los diez millones de euros puestos sobre la mesa por Bernard Arnault, no serán suficientes para colmar los agujeros de tesorería de la organización. El tiempo se acaba: sin un apoyo suficiente, la asociación fundada por Coluche, que aporta alrededor de un tercio de la ayuda alimentaria en Francia, corre el riesgo de tener que rechazar a determinados beneficiarios. Una perspectiva inaceptable para Patrice Douret, su presidente, que pide por ello una «movilización masiva de las fuerzas políticas y económicas de este país».