China anunció el lunes un nuevo recorte de sus tipos de interés clave en un intento por impulsar su economía, que se está quedando sin fuelle y que genera preocupación en todo el mundo. La tasa preferencial de préstamos a un año, conocida como LPR, cayó así de 3,55% a 3,45%. El objetivo del banco central chino es apoyar la demanda de crédito de particulares o empresas y por tanto la actividad. El gesto defraudó. Los economistas encuestados por la agencia Bloomberg esperaban una caída de 15 puntos y al menos en al menos dos tasas cuando solo se modificó una. En el Reino Medio, sin embargo, las tasas se encuentran en un nivel históricamente bajo.
Como resultado de estos anuncios, las acciones chinas de las grandes empresas cotizadas cayeron levemente, a sus niveles más bajos en nueve meses. El yuan también perdió un 0,22% frente al dólar en la mañana a pesar de los esfuerzos del Banco Popular de China (PBC). Según los informes, la semana pasada, los bancos chinos vendieron casi $ 2 mil millones para respaldar el yuan, informa Bloomberg.
Esta bajada de tipos se produce en un contexto económico delicado para el país, amplificado por la crisis del sector inmobiliario. Todos los temores cristalizan ahora en torno a las dos promotoras chinas Evergrande y Country Garden. El primero fue declarado en quiebra en Estados Unidos la semana pasada después de un primer descenso a los infiernos dos años antes, mientras que el segundo corre el riesgo de impago al comienzo del año escolar. La caída de estos dos gigantes, sobreendeudados, podría tener entonces graves repercusiones en todo el sistema financiero del país.
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A pesar de un ligero repunte a principios de año, tras el levantamiento de las restricciones vinculadas al Covid-19, el crecimiento de China registró un ligero aumento del 0,8% en el segundo trimestre de 2023. Los indicadores no pintan bien: el lento consumo de la población comenzando a empujar los precios a la baja, las exportaciones están rezagadas y el desempleo juvenil alcanzó un máximo histórico en junio (21,3%). Tanto es así que el gobierno anunció la semana pasada que dejaría de publicar cifras de empleo para jóvenes de 16 a 24 años.
Los inversores esperan que Beijing lance un estímulo fiscal más fuerte para apoyar su economía. El hecho de que no se rebajó la tasa a cinco años, sino que solo se alcanzó una tasa a un año, puede sugerir que el gobierno está preparando nuevas acciones, según los ruidos del mercado, informa la agencia de noticias Reuters.