Cuando una cuestión de tiempo se convierte en una cuestión de estilo… Taylor Swift acaba de suplantar a Frank Sinatra, Stevie Wonders y Paul Simon ganando un cuarto premio Grammy al Álbum del Año. La nueva reina del pop acaba de convertirse en la máxima estrella de la música americana… y ha conseguido medio millón de suscriptores en su cuenta de Instagram en apenas un mes. Suficiente para convertirla más que nunca en una creadora de tendencias.

Precisamente, durante esta ceremonia de la 66ª edición de los premios Grammy, la cantante hizo el evento combinando un reloj con su look en blanco y negro, entre vestido de noche de Schiaparelli y zapatos de Giuseppe Zanotti. Si le atribuimos una excelente colección en este ámbito, hasta ahora apenas la hemos visto llevar ningún reloj aparte de un Rolex Day-Date, como su amante, Travis Kelce. Pero con motivo de la ceremonia de los premios Grammy, sorprendió no sólo al hacer historia en la industria musical, sino también al pedir a la joyera de las estrellas estadounidenses, Lorraine Schwartz, que llevara al cuello un reloj suizo Concord de estilo Art Déco. personalizado en un collar adornado con la friolera de 300 quilates de diamantes… Imposible no notarlo en cualquier foto de la estrella… Suficiente para dar un verdadero protagonismo a una marca Swiss Made nacida a principios del siglo XX, pero una poco olvidado desde entonces, hay que admitirlo. Es evidente que en la relojería el pasado tiene futuro y los relojes de segunda mano pueden, en ocasiones, experimentar una nueva vida, mucho más llamativa que la primera, en el centro de atención.

No habrá sido la primera en atreverse a llevar una “gargantilla” de reloj: Rihanna ya había llevado alrededor del cuello un imponente tourbillon volante firmado por Jacob.