Una larga espera, proporcional a la decepción. Entre el panel de 120 medidas enumeradas por el presidente de la FNSEA, Arnaud Rousseau, y su alter ego de los Jóvenes Agricultores, Arnaud Gaillet, con la ayuda de Gabriel Attal, este último anunció sólo 10 medidas de simplificación inmediata. El más simbólico se refiere a la continuación del tipo cero para el diésel fuera de carretera. «Se trata de muchas medidas pequeñas, necesitamos cambios fundamentales que pasen por la ley», reacciona Luc Mesba, presidente de la FNSEA en Alto Garona. El GNR es un pequeño avance de 15 céntimos que ya estábamos viendo. Consultaremos a nivel local y veremos a nivel nacional si continuamos con el movimiento.

Más cerca de París la decepción también es grande. “El gobierno sólo nos escuchó parcialmente. No todas nuestras demandas fueron cubiertas. El movimiento cobrará impulso, afirma Samuel Vandaele, operador en Pécy y secretario general de la FNSEA en Seine-et-Marne. Estamos dispuestos a reunirnos este fin de semana en puntos estratégicos, muy cerca de París, para instalarnos allí a largo plazo con nuestros tractores y entablar un enfrentamiento con las autoridades. Estamos esperando instrucciones de nuestro personal”.

«Es un discurso demasiado confuso, no hay medidas en materia de cría, no vamos a rendirnos y mantenemos las presas en Bretaña», advierte un dirigente sindical del oeste de Francia. También hay muy pocas medidas relativas a los productores de cereales. Estamos esperando algo muy concreto”.

En Agen, los sombreros amarillos de la Coordinación Rural fueron a reunirse con el prefecto para expresarle una vez más sus quejas. “El hecho de que Gabriel Attal haya dado al prefecto el poder de resolver algunos de nuestros problemas, como los relacionados con los controles ante la Oficina Francesa de Biodiversidad, es algo bueno”, confiesa Patrick Frankein, miembro del CR en Lot-et-Garonne. Podremos avanzar en determinadas cuestiones. Pero el recuento está lejos de alcanzarse. Continuaremos nuestra movilización”. Los tractores seguían arrojando residuos el viernes por la tarde frente a la prefectura de Agen para expresar su ira teñida de desesperación.

El único que está realmente satisfecho con estos anuncios parece ser Jérôme Bayle, el agricultor que empezó todo en un punto bloqueado de la autopista A64 al suroeste de Toulouse, hace más de una semana. “Gabriel Attal vino a Occitania, es muy bueno. Cumplió su palabra, respondió a nuestras tres medidas: GNR, MHE y agua. Voy a pedir que se levante el bloqueo de la A64, confirma Jérôme Bayle a BFMTV. Quizás los demás agricultores franceses no estén contentos y lo entendería si mantuvieran la presión, pero voy a pedir que no continúen con este bloqueo. A ver si, esta vez de nuevo, le seguirá su base.

Gabriel Attal también anunció a los agricultores que tres grandes empresas agroalimentarias serían sancionadas por incumplimiento de la normativa EGalim. Se trata de dos empresas del grupo cárnico Bigard y una lechería bretona, la de Saint-Malo.