El ministro de Transición Ecológica, Christophe Béchu, anunció el martes a la AFP que había convocado al director general de SNCF, Jean-Pierre Farandou, tras la avería de una locomotora en la línea París-Clermont, que dejó varados durante la noche a 700 viajeros en un tren bajo el frío del pasado viernes. Jean-Pierre Farandou “tendrá que proponerme el viernes un plan de medidas concretas e inmediatas” para esta línea regularmente afectada por incidentes, indicó Christophe Béchu, precisando que compartirá el contenido de este plan “dentro de dos semanas con los cargos electos”. y los actores en el campo.
«Lo que vivieron los usuarios de SNCF el viernes en la línea París-Clermont no sólo es insoportable, sino que se suma a los diversos incidentes que son demasiado frecuentes en esta línea», insistió el ministro, cuyo ámbito de actuación también incluye los Transportes. «Esta situación no puede continuar», añadió. El viernes pasado, un tren que salió de París a las 18.57 horas no llegó a Clermont hasta las 6.00 horas del día siguiente, con más de siete horas de retraso.
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El tren, cuya locomotora se averió, tuvo que ser reparado hasta la estación de Montargis, donde se repartieron bandejas de comida, antes de continuar su ruta hacia su destino final esa misma noche. Los pasajeros compartieron en las redes sociales su consternación ante un tren sin calefacción, electricidad ni agua. Según el periódico La Montagne, el propio Emmanuel Macron pidió “explicaciones inmediatas” y “que se adopten sanciones”.
La línea Intercité Paris-Clermont es conocida por sus repetidos retrasos, denunciados periódicamente por sus usuarios. Se ha puesto en marcha un programa de modernización de la línea, en particular con la llegada de nuevos trenes, denominados “Oxygène”, cuya entrega está prevista para 2026. El Estado también ha iniciado obras en la línea por valor de mil millones de euros, un cuyo primer tramo fue desembolsado por el antiguo ministro de Transportes, Clément Beaune, en noviembre.