“Tengo los dedos cortos y regordetes”, explica Sylvie, de 47 años. Lamentablemente, las monturas finas y los anillos ligeros los «salami» y los anillos grandes los acortan. Sin embargo, me gusta usar joyas… ¿A qué modelos debo recurrir? Así como una falda de cintura alta favorece una figura con curvas, hay anillos que se adaptan mejor a una “morfología” de dedos fuertes.

En el caso de Sylvie, que siempre ha tenido las manos carnosas, o de otras mujeres que con la edad notan que el tamaño de sus dedos se vuelve ligeramente tenso, es cuestión de encontrar un modelo adecuado. El objetivo es evitar el efecto “piel comprimida” que no es el más ventajoso. Sobre todo, sepa que durante su vida siempre tendrá la posibilidad de que un profesional encoja o amplíe sus joyas. Recuerda, sin embargo, que el ejercicio es más complicado si el anillo está pavimentado, de hecho, tu joyero o joyero local tendrá que quitar o añadir material y aflojar las piedras que lo adornan.

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Primera regla: olvídate de los modelos delgados. Incluso llevados apilados (“stacked” en francés), como es habitual hoy en día en joyería, su efecto hilo de oro oprimirá las falanges. Prefiere anillos gruesos (al menos 5 milímetros) o incluso anillos redondeados que dejarán menos espacio para la piel del costado. Una técnica tan eficaz para mujeres como para hombres acostumbrados a anillos de sello o modelos cromados.

Además, al igual que un par de zapatos, la elección de la talla es una prioridad. Entre dos, elige el de arriba porque en verano los dedos tienden a hincharse.

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Si se quiere, cueste lo que cueste, un anillo con un marco fino, como las rayas verticales de una camisa o unas uñas largas y puntiagudas y barnizadas, los modelos articulados o dos dedos que se extienden sobre las falanges tienen la virtud de ‘extender las manitas’.

El objetivo es llamar la atención sobre algo más que esos dedos rechonchos que tanto te preocupan. Las piedras de colores son tu aliada, sobre todo si respetan el famoso efecto abombado, como una talla cabujón.

Si sólo te gustan los diamantes, el corte en pera, apuntando hacia la uña, hará que tu dedo brille. Por último, al contrario de lo que podría pensarse, los anillos con motivos florales, dentados o “tatuajes”, ofreciendo por tanto transparencia sobre la piel, resultan completamente favorecedores. El estilo Art Deco, lineal, sigue siendo la mejor opción.