“Es el cartel de Coachella más flojo que he visto jamás”, reacciona un usuario a la publicación de la lista de artistas presentes durante la nueva edición del festival americano. “Estaba teniendo un mal día, esto lo empeoró”, comentó otro. Sin embargo, el programa reúne a estrellas mundiales, como Lana del Rey y su música melancólica y la eléctrica Doja Cat, pero también a estrellas emergentes del rap como las estadounidenses Renee Rapp y Victoria Monet.

Satisfacer a los fans es cada vez más difícil. La edición de 2023, también criticada, fue sin embargo histórica y vio al puertorriqueño Bad Bunny -entonces el cantante y rapero más escuchado del mundo- convertirse en el primer artista hispanohablante y latino en encabezar el evento. Y ese mismo año, el grupo de K-pop Blackpink de Corea del Sur fue el primer grupo asiático en encabezar la lista. Después de la visita el año pasado de la cantante belga Angèle, DJ Snake y el grupo de pop y electro l’Impératrice deberán asegurar el relevo de la escena francófona.

«Todo el mundo está emocionado por Lana Del Rey», dice un usuario. Más de un centenar de cantantes actuarán en los escenarios del festival durante dos fines de semana de tres días, del 12 al 14 de abril y del 19 al 21 de abril. Entre ellos, la presencia del fenómeno del K-pop ATEEZ, Jon Batiste, Jungle, J Balvin, Lil Yachty y la cantante brasileña Ludmilla.

La edición de 2024 seguirá marcada por el regreso del grupo de punk estadounidense No Doubt, liderado por Gwen Stefani y que alcanzó su apogeo en los años 1990, que actuará por primera vez en un festival desde 2015.

También actuará en Coachella Saint Levant, artista de origen palestino, francés, argelino y serbio, que ahora reside en Los Ángeles. Pasó su infancia en Gaza antes de que su familia se viera obligada a huir a Jordania.

Durante más de 25 años, Coachella ha reunido a las estrellas musicales más importantes del mundo: Daft Punk, Amy Winehouse, JAY Z, Dr Dre y Snoop Dogg, Beyoncé, etc. Para asistir al festival, el precio del abono de tres días en 2023 era de 499 dólares (460 euros) y de 1.269 dólares (1.160 euros) el abono VIP. El pase clásico incluye el acceso al festival y al aparcamiento, pero no al camping. Para el alojamiento hay que gastar al menos 200 dólares y varios miles de dólares para un alojamiento más lujoso. Para esta nueva edición aún no se han comunicado los precios.