El “verde de Schweinfurt”. En Alemania, se han retirado de las bibliotecas libros sospechosos de estar envenenados con arsénico. En total deberán analizarse cerca de 15.000 obras, informa el periódico alemán Süddeutsche Zeitung. La Universidad de la Ciudad de Düsseldorf se ha visto obligada a cerrar su biblioteca a los estudiantes hasta el 22 de marzo. Otras bibliotecas alemanas han tenido que poner en cuarentena algunos de sus libros.

Estos libros potencialmente peligrosos para la salud fueron identificados por la presencia de color verde en su cubierta y lomo. Llamado “verde París” o “verde Schweinfurt”, este pigmento se utilizó en el siglo XIX para producir un color esmeralda. En aquel momento, la sustancia en cuestión se creaba a partir de acetato de cobre y trióxido de arsénico. La combinación química se ha utilizado en otros casos, en particular para hacer flores artificiales, teñir guantes e incluso vestidos.

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La exposición prolongada o la manipulación repetida de estos libros (sobre todo si se humedece los dedos con la lengua al pasar las páginas) puede provocar mareos, calambres estomacales o diarrea. Por tanto, el peligro para los humanos reside en inhalar el polvo presente en estanterías o libros, ya que el arsénico no se degrada con el tiempo.

Hoy en día, aunque el pigmento ya no se comercializa, la Asociación Alemana de Bibliotecas advierte de su peligro, ya que se reconoce que el arsénico es cancerígeno. “Cada institución tiene la tarea de evaluar hasta qué punto los libros con páginas o cubiertas de colores son problemáticos para la salud de los usuarios y cómo abordarlos”, explica el periódico, precisando que no todos los libros de color verde no son necesariamente tóxicos.