Los empleados de la Sociedad Operadora de la Torre Eiffel (Séte) renovaron el jueves su huelga por cuarto día consecutivo, criticando a su empleador por su gestión financiera y apuntando contra la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. Está prevista una reunión para las 13.00 horas entre los sindicatos y la dirección de Sete, indicaron in situ la CGT y FO.

Un centenar de empleados se reunieron el jueves por la mañana en la entrada principal del monumento para manifestar en particular su oposición al canon, según ellos demasiado elevado, que Sete tendrá que pagar al ayuntamiento, propietario del monumento, en la enmienda a el contrato de delegación de servicio público (DSP) que deberá presentarse en mayo al Consejo de París.

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Los empleados, vestidos con los colores de los dos sindicatos en huelga, CGT y FO, coreaban las siguientes consignas: “Torre Eiffel en peligro, tarifas demasiado altas”; “Gestión municipal, la Torre Eiffel en peligro” o “El ayuntamiento se está atiborrando, lo siento Gustave”. Un cartel mostraba a la alcaldesa del PS, Anne Hidalgo, ordeñando la Torre Eiffel, presentada como la “vaca lechera” del ayuntamiento de París.

La secretaria general de la CGT, Sophie Binet, acudió para apoyar a los huelguistas. «Es absolutamente necesario que se inicien las negociaciones y, visiblemente, la dirección de la Torre Eiffel no ha entendido lo que significa negociar», declaró, pidiendo que la intersindical pueda «negociar directamente con el ayuntamiento de París».

El sindicalista pidió una remuneración «razonable» para que «la Torre Eiffel tenga recursos suficientes para poder invertir y garantizar el mantenimiento, en particular el trabajo». Aunque la intersindical no informa de sus exigencias salariales, «la Torre Eiffel también debe tener los medios para pagar a su personal y contratarlo», subrayó. Sin embargo, «estas regalías irrazonables» imponen «austeridad al personal en términos de contratación y salarios para todos los años», estimó.

En los días anteriores al cierre, la Dama de Hierro había recibido entre 17.000 y 20.000 visitantes al día, explicó a la AFP el representante sindical de FO, Nada Bzioui. Por tanto, los cuatro días de cierre representan una pérdida potencial de unas 70.000 entradas. La dirección no ha comunicado sobre las cancelaciones provocadas por el movimiento social.

Este conflicto, que ya había provocado el cierre del monumento el 27 de diciembre, centenario de la desaparición de Gustave Eiffel, se produce en plenas vacaciones escolares de invierno y cinco meses antes de los Juegos Olímpicos (26 de julio – 11 de agosto). .