Espléndidos frescos que representan, entre otras cosas, una sorprendente escena mitológica fueron descubiertos en Pompeya, anunciaron este viernes los responsables del yacimiento arqueológico situado cerca de Nápoles, en el sur de Italia. Fueron unos trabajos de restauración y excavación los que permitieron “el descubrimiento de estos frescos de gran valor” en y alrededor de la Casa de Leda, una de las residencias de la antigua ciudad de Pompeya, destruida y sepultada bajo las cenizas en el año 79 por la erupción de Vesubio.

El más llamativo es sin duda el que representa la escena mitológica que representa a Frixos y su gemelo Hellé huyendo de su madrastra Ino en el carnero del Vellocino de Oro. Frixos, encaramado en el carnero encabritado, presencia impotente la caída de su desafortunada hermana Hellé en las aguas que sobrevuelan a lomos de sus monturas.

Este “fresco que nos muestra a dos fugitivos de la antigua Grecia en el mar”, en palabras del director de Pompeya Gabriel Zuchtriegel, parece un cuadro con su marco sobre una pared predominantemente de color amarillo dorado, decorada con delicadas decoraciones.

Entre los otros frescos descubiertos se encuentran naturalezas muertas y retratos de mujeres, particularmente en medallones. Las actuales excavaciones en la Casa de Léda tienen como objetivo reconstruir su plano completo y recopilar información suficiente para determinar las estancias principales de otras dos residencias situadas al norte y al sur de la misma.

Se están realizando operaciones de limpieza de los frescos para eliminar las cenizas volcánicas y consolidarlas antes de pasar a la fase de restauración. La ceniza volcánica arrojada hace 2.000 años por el Vesubio se sedimentó sobre la mayoría de las casas de Pompeya, lo que permitió conservarlas casi en su totalidad, al igual que muchos de los cuerpos de las 3.000 muertes provocadas por la catástrofe.

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Pompeya, el segundo lugar turístico más visitado de Italia después del Coliseo de Roma, cubre una superficie total de aproximadamente 22 hectáreas, un tercio de las cuales aún está sepultada bajo las cenizas.