Un aire de déjà vu. Todo comenzó unos años antes con versiones de guitarra y voz en YouTube para un nativo de Douala, Camerún, que vino a París para prepararse para concursos de escuelas de negocios. Luego, de la noche a la mañana, en 2011, el éxito. Después de un agotamiento por las “giras maratonianas” de sus inicios, Irma regresa acompañada de su guitarra y, una vez más, de una breve secuencia que se ha vuelto viral en Instagram, eco de su irrupción en YouTube hace 15 años. años.

En 2024, antes del día de San Valentín, la franco-camerunense canta una canción de ruptura, House of Cards, en las calles de la capital francesa, con una guitarra, su voz y su hermana gemela, doctora en química, detrás de la cámara. En apenas unos días, las breves secuencias acumulan más de 15 millones de reproducciones en Instagram.

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Con un me gusta de un fan en particular, Nick Mulvey, cantante de folk británico. “Se suscribe a mí, ¡es una locura! Tenía su música en mis oídos cuando caminaba por Nueva York, donde viví entre 2013 y 2015, cuenta Irma a la AFP. Le escribo un mensaje, me dice que descubrió mi trabajo, le gusta y me pregunta si me gustaría acompañarlo en su gira europea.

Así que aquí la cantante pronto volverá a estar de gira, como telonero, antes de su propia serie de conciertos y de un quinto álbum en preparación para septiembre. La génesis de House of Cards está “muy extendida en el tiempo, como la describe el artista. Esta canción nació en 2016. Es lo que yo llamo una “canción de cajón”: siempre me encantó pero no supe qué hacer con ella hasta entonces”.

Este “castillo de naipes” que se derrumba es el de una relación que se rompe. “Al reflexionar, a menudo me han inspirado las rupturas. “Carta al Señor” ya era eso, se ríe. La melodía no cambió, solo me costó encontrar la afinación [de su guitarra], extraño en ese momento, debí haber sido muy malo. Al psicoanálisis le encantaría el subtexto de acuerdos/desacuerdos. Este título encuentra su lugar en el planteamiento de la treintañera que, desde hace “4-5 meses”, intenta “recrear algo más fuerte con las personas” que la siguen en las redes, para “involucrarlos en el creación, con sonidos que no necesariamente están terminados.

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Los comentarios positivos aumentaron su confianza. “Se soluciona algo: a veces necesitaba, en el escenario, máquinas, computadoras, casi lanzando llamas o tocando 6.000 instrumentos, para decirme que no era ilegítimo, para no decir que me habría robado mi lugar. Si bien su éxito inicial se basó en su voz conmovedora, sus arreglos folklóricos y sus oberturas pop.

Éxito por el que pagó el precio después de giras maratonianas a mediados de la década de 2010, con agotamiento. Ahora, el artista está armado para lo que pueda venir. “Estoy en un lugar donde soy más consciente, miro las cosas con más perspectiva, tomo lo positivo y, por lo negativo, conozco el “proceso” para ya no tener un cuerpo que ya no funciona todo el tiempo. tiempo, de repente, admite. Ahí lo voy a disfrutar aún más, eso lo tengo tranquilo”.