Gran voz de la literatura francófona, la escritora guadalupeña Maryse Condé murió la noche del lunes al martes en el hospital Apt (Vaucluse), donde falleció mientras dormía, dijo a la AFP su marido, Richard Philcox.

Nacida en Pointe-à-Pitre el 11 de febrero de 1934, Maryse Condé ha abordado África, la esclavitud y las múltiples identidades negras en una treintena de libros. También enseñó durante muchos años en los Estados Unidos.

“Siempre trabajé con ella en sus distintas editoriales y admiré profundamente su influencia, su valentía. Ha hecho que muchos escritores quieran dar el paso y luchar contra ello”, respondió a la AFP su editor, Laurent Laffont.

Sólo a los 42 años, después de doce años de vida y pruebas, en África y gracias a su nuevo compañero, Richard Philcox, que se convertiría en su traductor, empezó a escribir. En 1976 publicó “Hérémakhonon”, luego “Ségou” (1984-1985), un best seller sobre el imperio Bambara en el Mali del siglo XIX. También es autora de “Desiderada” y su nombre ha sido citado varias veces para el Premio Nobel de Literatura.

“Maryse fue primero mi maestra. Luego, nos volvimos a encontrar unos años más tarde, en Guadalupe”, testificó Christiane Taubira durante dos días de encuentros y lecturas organizados en torno al escritor en el Museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo (Mucem) de Marsella en noviembre de 2022. “Es un amistad que se nutrió de reuniones en París, en Guyana”, añadió el político guyanés.

Maryse Condé vivía en Gordes, un pequeño pueblo provenzal de Vaucluse, en el sur de Francia. Aquejada de una enfermedad neurodegenerativa, se instaló allí con su marido en los años 1980. Allí dictó a una amiga su último libro, “El Evangelio del Nuevo Mundo”, su reescritura del Nuevo Testamento.