Cuando se trata de relojería, el trono no es el hierro, sino esencialmente el oro y el acero 316L. En cuanto a quién es el propietario, no se trata de un golpe de estado: más que nunca, Rolex sigue siendo la única marca en la corona. Como reina suprema en las muñecas, habrá captado por sí solo casi un tercio (30,3%) del valor de las ventas de relojes de fabricación suiza el año pasado. Y, según las estimaciones, con 1,24 millones de relojes ( 8%) vendidos (de los 16,9 millones de relojes suizos vendidos en 2023) y un precio medio de 12.700 euros. Récord histórico: Rolex se convierte incluso en la primera empresa relojera suiza en superar los 10.000 millones de euros de facturación. Esta es una de las principales conclusiones de la séptima edición del informe Swiss Watchers, elaborado por Morgan Stanley y LuxeConsult, que revela el ranking de las 50 casas más grandes del sector.

En este ranking, ocho marcas forman el exclusivo club de los “multimillonarios” (es decir, que facturan más de mil millones): Rolex, Cartier, Patek Philippe, Audemars Piguet, Omega, Longines, Richard Mille y Vacheron Constantin. Mención especial merece este último, perteneciente al grupo Richemont, recién llegado a este círculo (con una facturación de 1,14 mil millones de euros,  18%), justo detrás del relojero extremo Richard Mille (1,61 mil millones de euros), impulsado por el éxito de su RM. Ferrari UP-01 a dos millones de euros cada uno, seguido en particular por Pharrell Williams. Cabe señalar también que el año pasado, las cinco primeras marcas de la lista representaron por sí solas el 50,2% del valor de todos los relojes suizos vendidos en el mundo.

Para respaldar su crecimiento, todas estas casas han logrado capitalizar sus modelos estrella. Rolex a la cabeza, que a lo largo del tiempo ha sabido hacer de sus productos verdaderos iconos, siempre idénticos pero diferentes, inmediatamente reconocibles y duraderos. Presentado el año pasado, su Oyster Perpetual Cosmograph Daytona dedicado al centenario de las 24 Horas de Le Mans se convirtió instantáneamente en una pieza de colección: con un precio de 53.000 euros, ahora se ofrece para reventa a casi cuatro veces su precio en las tiendas…

Cartier también domina el arte de reinterpretar los numerosos modelos estrella de sus colecciones: Santos, Tank, Panthère, Baignoire… Sin olvidar su best seller, el Ballon Bleu, adoptado en particular por la Princesa de Gales. Suficiente para volver a convertirse en el número dos del mercado de relojes, con 3.230 millones de euros de facturación y 660.000 relojes vendidos en 2023, superando a Omega (2.710 millones de euros). “Cartier es el relojero de las formas, pero de formas que han pasado la prueba del tiempo. Tenemos un patrimonio único de relojes reconocibles, explica Cyrille Vigneron, presidente de la marca insignia del grupo Richemont. En los últimos años hemos sabido resaltar los grandes clásicos de la marca e innovar con formas particulares. Nuestra historia como joyeros nos otorga un posicionamiento único en el mundo de la relojería: lo abordamos prestando especial atención a los detalles, las formas y las proporciones. En Cartier tenemos una relación muy diferente con el tiempo. El tiempo no es sólo lo que medimos, sino también lo que apreciamos. Trabajamos en la calidad y la sostenibilidad para aumentar la legitimidad y la deseabilidad. »

Este énfasis en los relojes emblemáticos de las principales marcas va acompañado de una mejora del mercado de relojes. La idea es, sin duda, vender menos relojes, pero cada vez más caros, preferiblemente en sus propias boutiques. Así, los modelos que costaron más de 26.000 euros el año pasado representaron el 69% del crecimiento de las ventas y el 44% del valor de las exportaciones de relojes suizos… ¡Por sólo el 2,5% de la cantidad de relojes producidos!

“Ante las capacidades de producción limitadas de muchas marcas, su ascenso al mercado es una estrategia inevitable”, cree Thierry Huron, creador de la consultora suiza de relojería The Mercury Project. Se manifiesta en nuevas creaciones o series limitadas de mayor valor añadido, o en subidas de precios, ante las que sus clientes suelen permanecer indiferentes, dado el carácter icónico de sus productos. Todo ello se ve facilitado por el control directo de la distribución y de las tiendas propias. La reciente intervención de muchas marcas -entre ellas Rolex- en el mercado de segunda mano, intentando controlarlo, también contribuye a esta estrategia de subida de categoría. »

Una excepción notable a este aumento de precios: Swatch que, gracias al éxito histórico de su MoonSwatch, habrá conquistado la friolera de dos millones de muñecas en 2023. ¡Por una vez, aquí tenemos un reloj suizo icónico a un precio razonable! Suficiente para hacer estrella el cuarzo con su caja de biocerámica con formas inspiradas en el Omega Speedmaster Moonwatch, el mayor éxito relojero del año pasado, pero también el más democrático, con un precio medio de 145 euros. Asimismo, Tissot es, subraya el último informe Swiss Watchers de Morgan Stanley, “la otra marca del Grupo Swatch que ha tenido un buen desempeño en 2023, con un aumento del 14% en sus ventas, impulsada por el éxito de su línea PRX. Una colección que representó el 60% del crecimiento de la marca el año pasado, con un precio medio estimado en 510 euros. Así, en un segmento básico y de gama media abandonado por todas las demás marcas suizas, el Grupo Swatch representa por sí solo casi las tres cuartas partes (72%) de los relojes vendidos. Para deleite de los aficionados menos afortunados, y todavía quedan muchos.