Alerta sobre la aseguradora Zebrance. Desde hace varias semanas, la empresa se presenta como “un seguro digital, al servicio del ser humano” y se anuncia en varios medios. Problema: se trata de una estafa sobre la que el supervisor advierte este viernes, aconsejando a las víctimas “presentar una denuncia lo antes posible”. «Esta sociedad no tiene autorización» y «por tanto no está autorizada a realizar operaciones de seguro directo en Francia», declara en un comunicado la Autoridad de Control y Resolución Prudencial, organismo de control del sector, precisando que «los contratos emitidos por esta la empresa no valía nada”.

Zebrance no parece tener ningún asesor, el número de teléfono facilitado le dirige al sitio web para firmar un contrato con tarifas ultracompetitivas. Según el mensaje de voz, la pseudoaseguradora tiene “su sede en Dover, en Estados Unidos” (en Delaware, una especie de paraíso fiscal estadounidense) y está distribuida “en todo el mundo”, a excepción de 24 territorios, desde Corea del Norte hasta Nicaragua, a través de Siria o incluso de la “República de Donetsk”, una región ucraniana cuya existencia no es reconocida por la abrumadora mayoría de la comunidad internacional.

“Ante el riesgo que representa Zebrance, que emite tarjetas verdes falsas que engañan a los consumidores, hemos decidido publicar una alerta para que las personas que hayan contratado a través de este sitio puedan presentar una denuncia y tomar las medidas necesarias para contratar un seguro de automóvil con una aseguradora autorizada y estar verdaderamente cubierto”, precisó la ACPR. Además de que le quiten el dinero, el cliente no está asegurado.

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En caso de accidente, las consecuencias pueden ser trágicas. Si el Fondo de Garantía de Víctimas indemniza a las víctimas de accidentes de tráfico cuando el conductor responsable no está asegurado, éste deberá reembolsar al fondo. Una carga financiera que puede pesar mucho durante el resto de tu vida. Los datos personales transmitidos a Zebrance también podrían revenderse y utilizarse en otras estafas. Por el momento, es difícil saber cuántas personas han sido engañadas, pero el número de víctimas podría multiplicarse por diez gracias a la estrategia de Zebrance, que ofreció contenidos patrocinados en varios medios, según denuncian 60 millones de consumidores, que ya han sondeado la alarma a finales de octubre.