Si vas a visitar Cuba, aquí tienes los principales consejos a seguir como turista, para que tu estancia en la isla más grande del Caribe y con los cubanos siga siendo inolvidable.
Cuba sigue siendo un país muy seguro para los turistas, aunque en el año 2023 el impacto de la escasez dificulta a veces la vida allí, lo que anima a los turoperadores a actuar con cautela. El aumento de la inseguridad reportado por varios medios internacionales en los últimos meses es real entre los cubanos, pero nunca hacia los extranjeros. Los ataques físicos contra estos últimos son excepcionales. Este es el “lado bueno”, por así decirlo, de esta dictadura, donde las agresiones físicas serán duramente reprimidas.
La policía, de uniforme o de paisano, y las cámaras en las grandes ciudades vigilan a los viajeros, ya que el aporte de divisas vinculado al turismo es crucial para el país. Pero usa el sentido común. Los robos en las playas son habituales después de las 19:00 horas, cuando se marcha la policía. Es mejor quedarse por la noche en zonas turísticas iluminadas.
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Cuba es un estado policial donde la libertad de expresión se reduce a la más simple… expresión. No hay prensa libre y sólo se distribuyen medios oficiales. Las cuestiones de carácter político no tendrán ningún impacto en usted, pero pueden tener algún impacto en sus interlocutores. Nunca lo olvides. Si hablas de política o de libertades con los cubanos y ellos evitan las preguntas, no insistas. El régimen sólo sobrevive gracias a un sistema de denuncias, no siempre visibles a primera vista, pero las cárceles cubanas están llenas de opositores de todo tipo.
Por lo tanto, los cubanos que critican abiertamente al régimen rara vez son disidentes, sino más bien chivatons (silbadores). Hablar de la vida cotidiana con los cubanos. Le informarán de las dificultades a las que se enfrentan, una forma indirecta de discutir la situación política. Los guías turísticos hablan más libremente, sabiendo lo que tienen derecho a decir.
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La cuestión del dinero es un dolor de cabeza en Cuba. El peso cubano (CUP) es la moneda oficial. A ello hay que sumarle recientemente la moneda libremente convertible (MLC), una moneda virtual que sólo existe en las tarjetas de débito cubanas. Estas tarjetas, disponibles en las casas de cambio (Cadeca), se utilizan para pagar bienes de consumo cotidiano. En la mayoría de las tiendas se requiere el pago con tarjeta de crédito internacional (excepto una tarjeta emitida por un banco de EE. UU.) o tarjeta MLC. La CUP es una moneda débil. El euro y el dólar estadounidense son muy buscados, hasta el punto de que ha surgido un mercado negro.
Un euro se cambia a 120 CUP al cambio oficial en septiembre de 2023. En el mercado negro, los revendedores ofrecen 255 CUP por un euro. Un precio muy fluctuante. Para pagar en bares, restaurantes y taxis, la CUP es la referencia. Por tanto, es mejor llevar consigo una gran cantidad de euros en efectivo y una tarjeta de crédito para pagos únicamente en hoteles internacionales. Para evitar fraudes (incluso en un banco), utiliza una tarjeta de crédito recargable (tipo níquel, etc.), con la que realizarás la mayoría de las compras que requieran pago con tarjeta.
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Primera trampa: los Jineteros, término difícil de traducir. Siempre sonrientes, aparentemente amigables, son al mismo tiempo revendedores y delincuentes de poca monta que abundan en los lugares turísticos. El jinetero se acerca a los turistas, a veces de forma muy sutil, recomendándoles un restaurante, una Casa Particular, donde recibirá una comisión. Los cubanos somos los reyes de las Trampas, grandes y pequeñas. Nunca pierdas de vista tu tarjeta de crédito.
En un restaurante, prefiere un menú escrito en español que uno escrito en inglés, porque los precios no son los mismos… Ojo con las notas, incluso en tiendas de renombre. En el barrio de moda del Vedado, los empleados de una tienda de productos para el hogar en el edificio Focsa no han dudado recientemente en manipular la caja registradora, lo que añade un 10% más a las facturas de los clientes… Un ejemplo entre otros.
Cuba tiene una auténtica gastronomía, pero las dificultades de abastecimiento diario complican las cosas a los restauradores. Los menús son aparentemente variados, pero los platos nunca están todos disponibles. Pregunte siempre qué hay disponible en el menú. Un hotel de cinco estrellas ofrecerá langosta en ese día. Luego desaparecerá durante varios días por motivos logísticos o de escasez. No venimos a Cuba a buscar sustento, sino a vivir una experiencia diferente. Y para triunfar en esto último, vivan los Paladares, los restaurantes privados. Son mucho mejores que los restaurantes estatales.
Último consejo, muy importante, válido para todo: compra siempre más y no menos. Por ejemplo, tres botellas de agua en lugar de una sola. En Cuba todo es y siempre ha escaseado y al día siguiente a veces no queda nada en el mismo lugar.