Según los medios estatales, el módulo de ascenso de la sonda china «Chang’e-6» despegó con éxito de la superficie lunar, con una valiosa carga a bordo.
China fue el primer país en utilizar una sonda espacial para recolectar y transportar muestras de rocas del lado oculto de la luna. El módulo de ascenso de la sonda «Chang’e-6» despegó el martes por la mañana (hora de Beijing) con las muestras a bordo y alcanzó su órbita lunar prevista, anunció la Administración Nacional del Espacio (CNSA). La sonda utilizó un pozo para tomar muestras debajo de la superficie del satélite de la Tierra y recogió rocas en la superficie de la luna.
Los aparatos extraídos, como el de la Agencia Espacial Europea ESA o el de Francia, cumplieron sus tareas como se esperaba, afirmó. Al final, la sonda desplegó una bandera china.
La misión resistió las altas temperaturas en la cara oculta de la Luna, afirmó la CNSA. El lanzamiento desde la luna fue particularmente complicado. Debido a la ubicación de la sonda en la Luna, el centro de control en la Tierra no puede mantener contacto directo con ella y depende del satélite de retransmisión Queqiao-2. Por lo tanto, el módulo de ascenso tuvo que alinearse de forma independiente para la salida.
Según CNSA, la cápsula espacial se acoplará ahora en la órbita lunar con el orbitador y el vehículo de regreso y comenzará el viaje de regreso a la Tierra. Los expertos planean aterrizar, posiblemente a finales de junio, en la provincia de Mongolia Interior, en el norte de China. Sería la primera vez en la historia de la humanidad que se traerían a la Tierra muestras de suelo y rocas desde la remota cara oculta de la Luna.
A principios de mayo, el “Chang’e-6” fue lanzado en su misión desde el puerto espacial de Wenchang, en la isla de Hainan, en el sur de China. Después de poco más de cuatro días de vuelo, la sonda entró en la órbita lunar y rodeó el satélite de la Tierra para encontrar el momento y el lugar adecuados para aterrizar. El domingo pasado alcanzó el cráter de impacto más grande y antiguo de la Luna en la llamada Cuenca Aitken del Polo Sur. Los científicos llevan mucho tiempo queriendo obtener muestras de rocas de esta región porque podrían proporcionar información sobre la formación de la Luna, la Tierra y también la historia temprana del sistema solar.
Los intentos de alunizaje se consideran extremadamente difíciles, como lo demuestran los recientes intentos fallidos de India, Israel, Japón y Rusia. El satélite de la Tierra ha vuelto a ser interesante para muchos países porque se cree que allí se encuentran valiosas materias primas. China lleva años invirtiendo miles de millones de dólares en su ambicioso programa espacial y le gustaría alcanzar a los EE.UU. también en este ámbito. China quiere enviar una misión tripulada a la luna para 2030.