El Bank of America publicó un informe independiente que analiza la autonomía, eficiencia y fortaleza financiera del Canal de Panamá, bajo el título “Fuerte, eficiente y rentable: ¿quién no querría ser dueño del Canal de Panamá?”. Los hallazgos destacan la independencia operativa, neutralidad y papel crítico en el comercio global, así como los desafíos enfrentados en la región en los últimos años.
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP), gestionada por el Gobierno de Panamá, ha invertido considerablemente en mejoras desde 1999, cuando asumió el control operativo total. La expansión de 5,25 mil millones de dólares en 2008, culminando con la inauguración de las esclusas Neo Panamax en 2016, ha duplicado la capacidad del canal. En total, las inversiones han alcanzado los 15 mil millones de dólares en los últimos 25 años.
El compromiso del Canal de Panamá con la eficiencia operativa se refleja en su capacidad de adaptarse a desafíos cambiantes, como la sequía. El proyecto del Río Indio busca igualar la capacidad del Lago Alajuela para prevenir escaseces de agua. La transparencia en el sistema de peajes, basado en el mercado y la equidad en su determinación según el tipo de embarcación y segmento industrial, ha sido clave.
El administrador del Canal, Ricaurte Vásquez, ha destacado que las tarifas totales de tránsito representan menos del 1% del valor que pasa por el canal, estimado en 581 mil millones de dólares. La autonomía y transparencia de la ACP han contribuido a una calificación crediticia más alta que la de la República de Panamá.
En cuanto a las preocupaciones sobre la administración de los puertos del canal por parte de China, el informe aclara que la concesión original a la Panamá Ports Company fue aprobada por la administración de los Estados Unidos antes de que Panamá asumiera el control del canal. La ACP no tiene responsabilidad sobre las concesiones portuarias ni los operadores de puertos, solo en las operaciones dentro del canal.
En resumen, el informe del Bank of America destaca la solidez, eficiencia y sostenibilidad financiera del Canal de Panamá, posicionándolo como un pilar fundamental en el comercio global. Su capacidad de adaptación, transparencia en los peajes y compromiso con la innovación lo consolidan como un activo invaluable para Panamá y el mundo entero.