El sector de la construcción en Panamá aguarda con expectación la aprobación de una nueva Ley de Interés Preferencial que reemplazará a la legislación en vigor durante las últimas cuatro décadas. Esta medida, que ha sido prorrogada en múltiples ocasiones, ha sido detenida bajo la actual administración del presidente de la República, José Raúl Mulino. En un esfuerzo por cumplir con la promesa del mandatario, se prevé la presentación de una nueva ley que beneficiará tanto a los empresarios del sector como a los potenciales compradores de viviendas.
Este martes, durante una sesión del Consejo de Gabinete, los miembros de la Cámara Panameña de la Construcción (CAPAC) estuvieron atentos a las noticias sobre la posible aprobación de esta nueva legislación, que posteriormente sería sometida a debate en la Asamblea Nacional. La industria se encuentra en una situación crítica, con un 95% de los proyectos de construcción en el interior del país detenidos debido a la incertidumbre en torno a la legislación.
Miembros de la CAPAC han expresado una de sus principales preocupaciones: sin una Ley de Interés Preferencial adecuada, los panameños, especialmente en zonas rurales, se ven imposibilitados de acceder a una vivienda digna. “Nuestro objetivo es que las personas puedan aplicar con sus salarios, ya que sin esta ley, los salarios actuales en Panamá, sobre todo fuera de la ciudad capital, no permiten que la mayoría pueda obtener un crédito hipotecario”, explicó un representante del sector.
La nueva legislación tiene como meta principal facilitar que los panameños, en particular aquellos en áreas rurales, puedan trasladarse y adquirir una vivienda propia, mejorando así su calidad de vida. Además, se busca impulsar la economía del sector de la construcción, actualmente en una de sus peores crisis.
Durante la reunión de este martes, los representantes del sector consensuaron varios puntos que serán presentados ante la Asamblea Nacional una vez se inicie la discusión sobre la nueva ley. Mientras tanto, la industria de la construcción y los compradores aguardan una pronta resolución que permita reactivar los proyectos paralizados y brindar acceso a una vivienda digna a más panameños.
El porvenir de numerosos proyectos en Panamá pende de un hilo ante esta nueva legislación, y el sector confía en que el nuevo Gobierno cumpla con su promesa de resolver una situación que ha afectado a miles de familias y a la economía nacional.
En palabras de Luis Velarde, con información de la localidad, la esperanza y la incertidumbre se entrelazan en el horizonte de la construcción en Panamá, donde la aprobación de esta Ley de Interés Preferencial podría marcar un antes y un después para el sector y para aquellos que anhelan un hogar propio.