Protección de adultos mayores en Panamá: Priorización de la prevención y atención
En medio de la vibrante vida de Panamá, se teje una trama oscura que involucra el abandono y maltrato de los adultos mayores, una problemática en constante ascenso que ha dejado cicatrices emocionales y psicológicas en muchas personas de la tercera edad. La historia del señor Balladares, un anciano relegado por su familia y abandonado en un hogar sin visitas, es solo una de las muchas tragedias que se viven a lo largo y ancho del país.
Maltrato: Más allá de lo físico
El maltrato hacia los adultos mayores no se limita a las agresiones físicas, sino que también se manifiesta en formas más sutiles y difíciles de identificar a simple vista. El gerontólogo Giovanni Carillo advierte sobre la importancia de prestar atención a señales como la higiene, vestimenta y estado emocional de los ancianos, ya que estos pueden ser indicadores de posibles casos de negligencia o abuso. Es crucial estar alerta a estos signos invisibles que pueden esconder un sufrimiento silencioso.
Maltrato en cifras: Una realidad alarmante
Según datos del Ministerio Público, en el año 2024 se reportaron un total de 837 denuncias por maltrato hacia adultos mayores en Panamá. Las provincias con mayor incidencia de estos casos son Panamá, Panamá Oeste, Colón, Darién y la comarca de Guna Yala, concentrando un total de 575 denuncias. La magnitud de estas cifras refleja una problemática extendida y urgente que requiere una acción inmediata y efectiva por parte de las autoridades.
Maltrato económico: Un problema creciente
Además del maltrato físico y emocional, el maltrato económico se ha convertido en una preocupación cada vez más relevante en el contexto de los adultos mayores en Panamá. En muchos casos, se priva a los ancianos de acceder a sus propios recursos financieros, lo que los deja en una situación de vulnerabilidad extrema. Esta forma de abuso supone una violación flagrante de los derechos fundamentales de las personas mayores y exige una respuesta contundente por parte de las instituciones pertinentes.
La importancia de denunciar: Un llamado a la acción
Ante esta problemática creciente, la ministra de Desarrollo Social (Mides), Beatriz Carles, hace hincapié en la importancia de denunciar los casos de maltrato a adultos mayores para que las autoridades puedan intervenir y brindar el apoyo necesario a las víctimas. Según Carles, la denuncia es el primer paso para iniciar un proceso de protección y asistencia a quienes han sido víctimas de abuso o negligencia. Es fundamental que la sociedad en su conjunto se involucre en la protección de los adultos mayores y se convierta en un escudo contra cualquier forma de maltrato.
Educación y concienciación: Claves para el cambio
En palabras de Giovanni Carillo, la falta de educación y concienciación sobre el envejecimiento es uno de los factores que contribuyen a la perpetuación del maltrato hacia los adultos mayores en Panamá. En muchas familias, los ancianos son percibidos como una carga o un estorbo, lo que alimenta actitudes negativas y propicia situaciones de abuso. Es imperativo promover una mayor sensibilización y comprensión sobre las necesidades y derechos de las personas mayores para construir una sociedad más inclusiva y respetuosa.
En un intento por contrarrestar esta problemática, la Ley 149 ha sido promulgada para modificar la Ley 36 de 2016 sobre la protección integral de los derechos de las personas adultas mayores. Esta nueva normativa establece sanciones más severas, incluyendo penas de hasta seis años de prisión, para aquellos que cometan delitos de maltrato contra los adultos mayores. Es un paso crucial en la lucha contra esta injusticia que amenaza la dignidad y la integridad de las personas de la tercera edad en Panamá.
En conclusión, la protección de los adultos mayores es un desafío urgente que requiere la colaboración de todos los sectores de la sociedad. Solo a través de un compromiso colectivo y una acción decisiva podremos garantizar un futuro digno y seguro para quienes han dedicado sus vidas al desarrollo de nuestro país. Es hora de alzar la voz y defender a aquellos que nos han precedido, reconociendo su valor y respetando su humanidad. ¡Juntos podemos construir un Panamá más justo y solidario para todas las generaciones!